Se nos ha marchado recientemente Miguel Manzano Alonso (Villamor de Carozos, Zamora, 13/05/1934-15/05/2024), a quien podemos asignar el perfil de músico, compositor, organista, etnomusicólogo, ensayista… Era ampliamente conocido y querido en su tierra natal, Zamora, así como en ámbitos nacionales, e incluso internacionales. Por un lado, era conocido por sus composiciones de piezas litúrgicas en español, compuestas todas ellas después del Concilio Vaticano II para ámbitos litúrgicos de la Iglesia Católica en España, algunas de las cuales se siguen cantando hoy día, como salmos -quizá el más conocido sea su versión de Qué alegría cuando me dijeron…- y otras composiciones litúrgicas. Destaquemos en este sentido su obra discográfica Salmos para el pueblo (Discoteca PAX, Madrid, 1968) y Aquí, en la tierra (Ediciones Paulinas, Madrid, 1970).
Pero es en el ámbito de la investigación sobre músicas tradicionales españolas donde más ha brillado con autoridad propia en las últimas décadas, particularmente desde los años 80 del pasado siglo. Bastará aquí con citar una pequeña parte de su amplia producción bibliográfica para comprobar la entidad de sus estudios sobre folklore musical. Entre sus libros, cabe destacar: Cancionero de Folklore Zamorano (Madrid, Alpuerto, 1982); Cancionero Leonés (León, ed. Diputación, 1988-1991, 6 tomos); Cancionero de Burgos (Diputación, 2001); Música y poesía popular de España y Portugal (Salamanca, Diputación, 1991); La jota como género musical (Madrid, Alpuerto, 1995); Escritos dispersos sobre músicas popular de tradición oral (Badajoz, CIOFF España, 2010).
Sus artículos, ensayos y conferencias sobre músicas tradicionales llegan casi al centenar. Citaremos solo algunos: “Música de tradición oral y romanticismo”. Revista de musicología 14.1/2 (1991): 325-353; “Aspectos metodológicos en la investigación etnomusicólogica”. Revista de Musicología 20.2 (1997): 991-999; “Arquetipos hispanos en la obra de Manuel de Falla”. Manuel de Falla. Latinité et universalité (1999): 389-405; “Fuentes populares en la música de El Sombrero de Tres Picos”. Ponencia en el Congreso España y los Ballets Rusos de Serge Diaghilev (Granada, 17 al 19 de junio de 1989); “Los orígenes musicales del flamenco. Proyecto esquemático para un trabajo de investigación etnomusicológica”. Ponencia en el XXI Congreso de Arte Flamenco (París, septiembre de 1993); “La influencia del folklore musical en la configuración del nacionalismo musical español”. Conferencia impartida en el XXII Curso Manuel de Falla (Granada, 1991).
Fue en este ámbito de las músicas tradicionales españolas donde conocí a Miguel Manzano personalmente, en concreto durante los XXII Cursos Manuel de Falla de Granada en 1991, en los que impartió justamente la última de las conferencias referidas en el párrafo anterior. Fue comenzar a oírle y descubrir en él a una persona apasionada de los temas que investigaba, muy erudito, alguien que transmitía con entusiasmo y que suscitaba el interés del público que le oía. Tanto fue así que, a los pocos meses, siendo estudiante del último curso de Musicología en Granada, decidí realizar un viaje relámpago a Barcelona para consultar los fondos de las Misiones Folklóricas que albergaba el CSIC de la bella y cosmopolita Ciudad Condal, fondos de los que Manzano habló en dicha conferencia y animó a que los oyentes investigáramos.
En el verano siguiente (1992) fui invitado por un amigo común y compañero de estudios, el motrileño de origen zamorano Antonio Lorenzo Camarón (q.e.p.d.), a una comida y sobremesa en un pequeño terreno que tenía en la costa de Motril -poco más que un chamizo, pero muy acogedor para una comida campestre-, a la que Miguel Manzano estaba también invitado. Desde entonces nos escribimos varias veces, también cuando siendo Manzano miembro del Jurado que evaluaba los Premios CIOFF de Investigación sobre Folklore de 2006, tuve la dicha y honor de recibir el premio de esa convocatoria.
Miguel Manzano no se definía a sí mismo como etnomusicólogo. Ciertamente, su formación en etnomusicología fue muy personal, de modo que personalmente lo retengo como un fino folklorista autodidacta: su vasta e intensa formación musical la comenzó a proyectar sobre todo a partir de los años 80 del pasado siglo, en la investigación de músicas tradicionales de su tierra y de otras zonas de España, al tiempo que ya había leído o estaba leyendo a los principales folkloristas españoles y europeos.
Tampoco gustaba del término “folklorista”, por nebuloso y puede que demodé, aunque es considerado por muchos el mejor folklorista español de las últimas décadas, de la talla de un Manuel García Matos, Agapito Marazuela o Eduardo Martínez Torner. Su formación musical no fue la clásica de un músico de carrera de Conservatorio, aprendió música desde pequeño, primero en su entorno familiar, después en el seminario y, como músico vocacional, fue asimilando todas las posibilidades de formación musical que permitía la carrera eclesiástica en los años 60 y posteriores, donde por cierto se formó una gran parte de la primera generación de musicólogos en España. Solo más tarde, y porque a la fuerza ahorcan, fue profesor de Conservatorio.
Personalmente he aprendido mucho de Miguel Manzano desde que tuve la oportunidad de oírle en la referida conferencia de Granada. He disfrutado con la lectura de algunas de sus obras, tanto libros como artículos y conferencias.
Una de sus aportaciones, que considero de las más decisivas para la investigación de repertorios de músicas de tipo tradicional en España, la encuentro en su propuesta de clasificación y análisis modal de todo tipo de tonadas y canciones. Su sistema de clasificación -y terminología- de los modos musicales: Modo de Mi, modo de Sol, modo Mayor Tonal, modo de La, modo Menor Tonal… lo considero como el más claro e inclusivo de todos los que conozco propuestos para el análisis de las músicas españolas de tipo tradicional. Personalmente, comencé a aplicarlo, primero en mi tesis de doctorado, dedicada a los fandangos, y después en las clases a mis alumnos de Etnomusicología de Granada, desde hace ya casi 30 años, es decir, durante toda mi vida de profesor universitario. Además, con pequeñas adaptaciones, referidas sobre todo a los acompañamientos armónicos, la considero la más útil y clarificadora para el análisis de la música flamenca en lo que tiene de modal.
Lamentamos tu pérdida, Miguel, gran persona gran músico e investigador. Ojalá que estés contemplando y disfrutando la música de las esferas eternas, que a tantos, y a ti mismo, han inspirado.
* La fotografía de Miguel Manzano se halla en su página web: www.miguelmanzano.com, que recomendamos a nuestros lectores para acercarse a la obra de este investigador.
Escrito por Miguel Ángel Berlanga
Desde España
Fecha de publicación: Verano de 2024
Artículo que vió la luz en la edición nº 47 de Sinfonía Virtual
www.sinfoniavirtual.com
ISSN 1886-9505
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