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Lejos de casa de Pedro Medina

Norberto Torres Cortés
Universidad de Cádiz



(Nº 45, verano, 2023)

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DISCOGRAFÍA


Pedro Medina. Lejos de casa. Madriles Records, autoproducción, Madrid, 2021

Como señala el periodista musical Luis Ybarra Ramírez (ABC,  24/09/2021), la mayor parte de los artistas del flamenco llevan a cabo sus carreras alejados de multinacionales como Universal  Music Group, Sony Music y Warner Music Group, con la alternativa de sellos independientes, lo que le lleva a calificar al género flamenco como una “música verdaderamente indie”. El disco que vamos a reseñar ilustra de manera nítida esta realidad actual. Compuesto, arreglado y producido en su propio sello discográfico, Madriles Records, Lejos de casa presenta el primer opus del guitarrista flamenco Pedro Medina, murciano oriundo de La Algaida, pedanía de Archena, instalado en Madrid desde hace más de dos décadas.

Si la decisión e iniciativa de autoproducirse y autoeditarse nos recuerda  la de los pioneros Gerardo Núñez y su compañera Carmen Cortés cuando crearon en 1994 el sello El gallo azul, o al irónico Enrique Morente que también en 1994, y según sus propias declaraciones como “respuesta a los criterios ultracomerciales impuestos por las multinacionales del disco” (El País, 09/10/1995), creó el suyo Discos Probeticos, comprobamos ahora de nuevo con Pedro Medina que el flamenco, expresión vital y musical desde los márgenes, sigue siendo afortunadamente una música indie en gran parte de sus producciones.   

Grabado entre 2020 y 2021, en plena pandemia, sin prisas, sin presiones, con un equipo de colaboradores y colaboradoras de su elección, en entrevista de febrero 2022 a la revista Mundomusicos.com, Pedro Medina comenta en tono optimista que ha disfrutado muchísimo con esta grabación, que le representa al 100%.  No deja de sorprender este tono positivo asociado a un periodo habitualmente considerado trágico, el del colectivo de músicos durante la pandemia, y permite comprobar que siempre aparecen excepciones al margen de los mensajes mediáticos. Como también sorprende el tono musicalmente optimista y no agresivo de los diez temas que conforman Lejos de casa.

Viendo el recorrido formativo y profesional de su trayectoria (para más detalles, ver en este sentido la entrevista con Pablo San Nicasio en YouTube.com para la web www.chalaura.com en www.youtube.com/watch?v=HOkqHFpWuMY), dos datos nos llaman poderosamente la atención, que quizás ayuden a entender su planteamiento vital con la guitarra flamenca. Por una parte, una formación ecléctica y autodidacta inicial, tocando la bandurria en formaciones de pulso y púa, para pasar a la guitarra flamenca devorando cintas, vinilos y partituras, hasta encontrar a su llegada a Madrid al que sigue siendo su maestro, el singular Enrique Vargas (Para más información sobre este singular y admirado maestro y transcriptor de la guitarra flamenca y del flamenco jazz, ver también la entrevista con Pablo Nicasio en YouTube.com en www.youtube.com/watch?v=JzkdOWhp7b4). Por otra parte, una actividad profesional todo terreno como acompañante, del grupo de flamenco pop Los Chichos, del Nuevo Ballet Español, de la bailaora Carlota Santana y su “Flamenco Vivo”, con unas quince giras por EE.UU, del grupo de música pop los Delinquentes, como acompañante de Marina “la Canillas”, cantante del grupo indie Ojos de Brujo, etc.  En estas actividades eclécticas de guitarrista mutante, destacan desde finales de 2017 sus variadas colaboraciones en el mercado hindú de la música, con el cantante Arijit Singh, y en Bombay con Bollywood, principal núcleo de la industria del cine en India. Esta reciente experiencia quizás explique su pasión por la música descriptiva, por su colorido, con la producción de bandas sonoras en su bagaje profesional. 

Una rumba titulada “La Algaida” como homenaje a su pedanía murciana de procedencia, con melodía y estribillos pegadizos, ya deja percibir el cuidado trabajo de producción, mezclando palmas, percusiones, batería, bajo, teclado, armónica, guitarras de acompañamiento, para arropar una alegre guitarra cantarina y sus improvisaciones. Pedro Medina toca sin prisas, disfruta al transmitir paz y serenidad con su música.

Esta actitud se confirma con el tema siguiente, el zapateado “Lejos de casa”, según nuestra opinión uno de los mejores logrados en la composición y producción. Basado en el empaste del piano de Zafar Ansari con la guitarra flamenca, Pedro Medina cuidadosa y progresivamente irá aportando matices a este empaste, con una esporádica segunda guitarra, y un fondo sonoro al final, con el acordeón de Dani Cívico. No menos cuidado y delicado será la producción de las percusiones de Carlos Merino y su empaste con la batería de Golko Martínez,  las palmas de Pablo Fraile y del propio Pedro Medina, con el eficaz y discreto refuerzo continuo del bajo de Dany Noel.   

A pesar de la filosofía “New Age” que sostiene el discurso musical de Pedro Medina, se expresa a través de la guitarra flamenca, o sea rasgueada y golpeada, rítmica. Lo dejará claro en la bulería “Antes y ahora”, trabajando el empaste y diálogo de su guitarra con la de Víctor Franco, y unas clásicas percusiones flamencas de cajón, palmas y nudillos, con algún que otro jaleo de voces para aportar el sabor jerezano a madera del tema. Difícil puede resultar combinar la agresividad del toque rasgueado y de pulgar de la bulería, con el sereno y relajado espíritu de paz que transmite el toque de Pedro Medina. Sin embargo, parece conseguir el desafío una vez más por un cuidado trabajo de producción, recurriendo a dos guitarras dialogantes para repartir en buena armonía el soniquete y su dinámica, abriendo al final, a modo de coda, la perspectiva a una tercera guitarra que improvisará con guiños a las maneras del jazz. Esta concepción del toque rítmico por excelencia, la bulería, aparecerá de nuevo en la otra bulería titulada “El riachuelo”, trabajando esta vez la tonalidad menor y la sonoridad de Levante, en torno a melodías pegadizas y fácilmente tarareables en el desarrollo del toque, y como estribillo varias veces repetido para “rematar”, con el refuerzo de las cuerdas de Víctor Guadiana, como si de una canción y de su aflamencamiento actual se tratara. Qué duda cabe identificar aquí una de las huellas de Vicente Amigo en la guitarra flamenca actual, en este caso en la forma de estructurar los temas en torno a pegadizas melodías y sus repeticiones.

Con “Tío Madriles”, apodo de uno de sus primeros mentores, el abuelo murciano al que dedica el tema, Pedro Medina propondrá a solo su forma de abordar el toque por taranta. Una vez más llamará la atención la claridad y tranquilidad a la hora de expresar su discurso. Uno puede intuir y deducir el perfil de su personalidad al escuchar este toque a solo. Una personalidad lejos de sofisticaciones, de virtuosismos brillantes y vacuos, una personalidad  transparente, directa y sencilla.

En “Tangos del revuelo”, aplicará con esta forma flamenca danzante su concepto de la producción, siempre con una primera guitarra no agresiva, matizada por una esporádica segunda guitarra o refuerzo del saxo de David Carrasco, para llevar el tema a la estética sonora del jazz flamenco. No faltarán coplas al estilo de Parrita cantadas por Blas Caballero, quizás demasiadas cubiertas por el acompañamiento, como los coros finales del cantaor y de Antón Fernández, a modo de estribillo final.

Esta ubicación estética entre las formas del llamado en su momento “Nuevo flamenco”, una expresión relajada cercana a la filosofía de la New Age, y pinceladas del jazz flamenco, estará puesta en valor también en los tanguillos “El tiempo corre”, esta vez con la voz flamenca de Maribel “La Canija”, y en las alegrías “El tiempo corre”, con la voz de Roberto Lorente y la flauta de José Manuel Pizarro.

La propuesta híbrida más compleja es quizás, según nuestra opinión, la que rubrica como Tiento-Zambra y Fantasía, con el escueto título “Tu nombre”. Con ella, desarrollará su particular percepción morisca del toque por taranto, para acompañar una clásica melodía de tientos de Antonio Chacón, la que pregunta sobre la identidad de un pájaro que canta en la verde oliva, sentida y bien mecida en la voz de Pedro Obregón. Una propuesta compleja por intentar reunir  referencias folclóricas, las de las zambras y cuadrillas levantinas de pulso y púa, con el color jazzístico a lo Miles Davis de la trompeta y fliscorno de Enrique Rodríguez “Enriquito”, y el esporádico fondo sonoro del acordeón de Javica Djordjevic. 

Este primer disco de Pedro Medina termina con el frasco de sus esencias, la de la serenidad y paz de su concepción optimista de la música flamenca, una canción de cuna, “Nana de mi familia”. Dos guitarras arpegiadas con armonías abiertas y luminosas, una a la izquierda y otra a la derecha, una tercera que aparecerá desde un enigmático lugar en el centro para cantar una sencilla melodía pegadiza que repetirá varias veces, un fondo sonoro discreto de palmas grabadas por el propio Pedro Medina. Un concepto, su concepto, del flamenco y de su guitarra en estado puro.
     

 

Escrito por Norberto Torres Cortés
Desde España
Fecha de publicación: verano de 2023
Artículo que vió la luz en la edición nº 45 de Sinfonía Virtual
www.sinfoniavirtual.com
ISSN 1886-9505




 

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