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Universo de Pituquete

Norberto Torres



(Nº 42, Invierno, 2022)

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DISCOGRAFÍA


Andrés Hernández “Pituquete”. Universo. Autoproducción. 2020.
Grabación y Masterización: Curro Ureba Sánchez, Trafalgar Estudios (Puerto de Santa María). Diseño y Arte: Agustín Seguí.
Guitarras, voz y composición: Andrés Hernández “Pituquete“
Percusiones y palmas: Roberto Jaén
Encarna Anillo: Voz
José Anillo: Voz
Raúl Rodríguez: Tres Flamenco
Dani Bonilla: Voz

Andrés Hernández “Pituquete” (Santiago de Chile, 1982), es quizás uno de los guitarristas nacidos y formados inicialmente fuera del territorio de origen mitificado, las Andalucías, que mejor visibiliza que no es un problema para desarrollar su actividad guitarrística profesional y empresarial desde este territorio. Iniciado en la guitarra flamenca en Chile con Carlos Ledermann a partir del año 2000, realiza varias estancias en Cataluña y Andalucía para seguir su formación con Rafael Cañizares, Parrilla de Jerez y Manolo Sanlúcar, entre otros. En 2007 fija definitivamente su residencia en Sevilla, dejando una experiencia y actividad previa como concertista, con colaboraciones destacadas con la Orquesta Sinfónica de Chile, o el Coro Sinfónico de la Universidad de Chile, en la que se licenció en Pedagogía de la Música, perfeccionando sus estudios de composición en la Escuela Moderna de Música.

Este bagaje previo se puso inmediatamente de manifiesto en España, consiguiendo el primer premio al mejor guitarrista de flamenco no español, en el III Concurso Internacional de Guitarra Flamenca “Niño Ricardo”, celebrado en Murcia en 2008. Desde la humildad, simpatía y hambre de aprender que le caracterizan, vivió intensamente el flamenco de Sevilla, Jerez de la Frontera y Cádiz desde la base, la de las peñas flamencas, los tablaos, las reuniones entre artistas y aficionados, adquiriendo cultura popular flamenca, la que no se aprende y se tiene que vivir con empatía (1), siguiendo en este caso los consejos de Manolo Sanlúcar, Maestro de cultura andaluza, además de guitarra flamenca. Su personalidad singular de chileno gaditano, ubicada entre Cádiz y Santiago de Chile, y tener así voz propia en el campo cultural del flamenco, lo convierte en un caso más que interesante para entender mejor la recepción del flamenco de raíz en “el otro” (2). Lo más curioso es que lidera en YouTube.com uno de los canales pedagógicos más seguidos sobre guitarra flamenca en las redes, «buscadoresdelaguitarra.com», con más de sesenta mil suscriptores de diferentes continentes a fecha de hoy. Entre ellos, un nutrido grupo de guitarristas andaluces y españoles que aprenden a conocer de forma razonada y amena, a través de la experiencia de un guitarrista chileno residente en Cádiz, cómo funciona su propia cultura musical. Sobre ello, comentará que “Pienso que el factor de ser extranjero, además de haber tenido excelentes maestros, ha sido determinante. Al aprender de forma consciente y metódica el arte flamenco, sumado a vivir todas las problemáticas a las que se enfrenta alguien que no ha vivido este arte desde la cuna, he podido, a través de un ejercicio de reflexión, análisis y empatía, ofrecer soluciones a gran escala, en esta plataforma maravillosa que es YouTube.com, donde actualmente tengo 43 mil seguidores de todo el mundo” (3).

Casado con la cantaora gaditana Encarna Anillo (Cádiz, 1983), además de pedagogo, productor, empresario, tocaor para cante y baile, Andrés Hernández “Pituquete” es también compositor para guitarra flamenca, con tres opus ya grabados, interpretando su propia obra, Barrio de Santiago (4) (Sevilla, Estudios Lanza, 2009), Abra (5) (Trafalgar Estudio, Puerto de Santa María, 2013), y Universo (Trafalgar Estudio, Puerto de Santamaría, 2020), que pasamos a reseñar. 

La primera audición nos deja la impresión de escuchar una propuesta ecléctica interesante, con diferentes influencias recibidas, desde la escuela de Jerez, los cantes de Cádiz y sus acompañamientos, sobre la base de una formación guitarrística clásica, con el oído puesto en el folclore y cantautores suramericanos. Todo ello confiere a esta grabación su singularidad –y no originalidad–, con un sello personal para renovar este collage o mosaico latino, bien en el propio desarrollo de los toques, bien en temas concretos. El discurso resulta nítido, sin estridencias ni malabarismos gratuitos, sin arrogancia, transmitiendo cierta naturalidad. El conjunto refleja desde esta primera escucha, el equilibrio entre la forma clásico-flamenca de tocar la guitarra y la cultura o “manera” gaditana de expresar lo flamenco, con varios colores suramericanos. Por ello y desde nuestra recepción subjetiva, nos transmite paz y expresión natural de lo festivo. También percibimos, precisamente por el juicio estético en buscar y tender puentes musicales entre Chile y Cádiz, la voluntad de construir con ello su personalidad y producción creativa. La huella de este compromiso queda bastante legible en el primer y último corte del disco.

Los tanguillos de Cádiz En nuestra sangre hay dos ríos que abren el disco, pregonan, a modo de manifiesto, las intenciones y el proceso creativo por el que Pituquete desea transitar. Guitarrista, arreglista, productor, letrista, cantautor, él mismo canta, acompañándose con la guitarra, sus décimas con aire de carnaval a ritmo de chacarera, para proclamar “Viva Cádiz y Santiago, floreciendo aquí con brío”, y decirnos “Soy mestizo americano, soy el ande y andaluz, cada cual busca su luz, aunque seamos hermanos” (6). Acento andino en la forma de cantar, estética clásico-flamenca en la forma de tocar la guitarra, equilibrando un cuidado sonido al servicio de una pulsación flamenca, llama la atención en este sentido cómo respira en sus melodías, y el fraseo aéreo de esta primera pieza, no agresiva sin dejar de ser rítmica.

Por otra parte, el carácter trascendente y búsqueda espiritual de su obrar queda reflejado en el último tema, Universo. Evocación de la naturaleza –en este caso andina– con Atahualpa Yupanqui como fuente inspiradora, podemos escuchar una hermosa melodía arpegiada con la guitarra, con Vicente Amigo también como otra fuente de referencia, a dúo con el tres cubano de Raúl Rodríguez, y a dúo con su mujer Encarna Anillo en la parte cantada. Una guitarra, un instrumento de pulso y púa, dos voces, con una sonoridad modal latina arcaica, a la vez que contemporánea en el arreglo, Andrés Hernández se nutre de la tierra y del folclore, para transmitir su propio paisaje sonoro interior.

Podemos ver aquí quizás una concepción de la guitarra flamenca cercana a la de Vicente Amigo, con la misma forma de entender este instrumento como medio para la expresión panteísta de la naturaleza. Esta filosofía, tanto en la inspiración como en la producción, aparecerá también en el tema Munay y su tratamiento de los coros y percusiones a modo de corchón sobre una guitarra arpegiada rítmicamente, o en los tangos Tres golondrinas que dedica a Manuel Molina, trovero y cantautor flamenco compañero de Lole, flirteando, como Vicente Amigo, su discurso armónico contemporáneo entre la tonalidad menor y la cadencia flamenca, en este caso la de los tangos de Triana y el toque “por arriba”, entre canción andaluza y cante flamenco (7), o con marcado acento chileno como en la rumba Lleva mis Sueñas.

Aportará su propia versión renovada del tratamiento de la tonalidad menor en el flamenco con Paccha, farruca que le permitirá expresar con naturalidad recursos de la guitarra popular de su territorio de origen, cantando sus melodías a dos voces en terceras. La referencia a esta guitarra de raíz aparecerá nítidamente en el tema La Alhaja, integrando sin embargo un par de detalles flamencos para dar de repente carácter en esta pieza con aire de zamba argentina.

Los demás temas que conforman los doce cortes de Universo, serán más del ámbito de la guitarra flamenca de concierto. La granaína Guaiba, la taranta Palo Dulce (8)y la soleá De Lucía permitirán a Pituquete poner en valor su faceta de compositor-intérprete, expresando, con un cuidado sonido y fraseo nítido, su recepción de la guitarra flamenca contemporánea, con dos fuentes que destacan entre otras, las de Paco de Lucía y de Vicente Amigo, que cita casi literalmente en el picado final de la taranta. Será también clásico en su propuesta por alegría, titulada Piedra cuadrá, tanto en la tonalidad elegida, construida en torno al acorde Re Mayor para poner en valor el bordón de la sexta desafinada en Re, como en las armonías utilizadas que no salen del canon tradicional de esta forma gaditana. Sin embargo, las bulerías A Parrilla, que citará al final rasgueando,además de reflejar el respeto y admiración que siente Andrés Hernández por la tradición flamenca, presentarán más detalles personales en la producción y en las falsetas, como la introducción a “madera seca” recordando a Pepe Habichuela con Enrique Morente en el disco Despegando (CBS, 1977), para acompañar el cante de José Anillo.

Puerta abierta y vista hacia el territorio de origen, para buscar y tener desde Cádiz su propia voz chilena en el concierto flamenco, Pituquete comenta que con Universo “Me costó dar ese paso, pero ahora estoy muy contento porque creo que he aportado identidad latinoamericana al discurso de la guitarra flamenca que, aunque siendo muy localista, necesita abrirse y evolucionar para su continuidad como expresión artística viva”. Entre ande y andaluz, sin duda este tercer opus refleja el estado de ánimo y la madurez de un guitarrista ya gaditano de adopción que tiene muy claro, por experiencia y a consciencia, del lugar y de lo que puede aportar en este concierto, cuando apostilla que “El problema viene cuando quieres innovar sin tener las bases. Es un camino largo aprender a expresarte y ser auténtico en una tradición que originalmente no es tuya, pero el viaje vale la pena porque descubres una versión más rica de ti mismo” (9). Un guitarrista a seguir por consiguiente, para que nos siga contando, con el tiempo y la experiencia vivida “desde dentro de la tradición”, su propia historia musical de músico nómada.

 

 
Notas

(1) Declarará en 2013, en una entrevista al diario La Voz de Cádiz que “«Todo lo que he aprendido estos años, en tablaos, en las peñas con la gente del cante... Ese camino no se puede enseñar, solamente vivir». [En línea].

(2) En este sentido, resulta muy interesante escuchar a Andrés Hernández “Pituquete” hablar detalladamente de su experiencia vital en la entrevista concedida a Ondaluz TV el 10/12/2015 [En línea] .

(3) Entrevista a Andrés Hernández “Pituquete” en diario El Mercurio, 4 de enero 2021. [En línea].

Para más información sobre esta grabación, se puede consultar la reseña de Oscar Olhsen en la revista Resonancias, nº 27, noviembre 2010, que edita el Instituto de Música de la Facultad de Artes de la Pontificia Universidad Católica de Chile. [En línea]

Para más información sobre esta grabación, se puede consultar la propia presentación del disco que hace Pituquete, en directo desde la Casa de América, aquí (YouTube).

La letra completa se puede leer en aquí (YouTube), en el videoclip promocional del disco.

Se puede escuchar y seguir las letras que le dedica, cantadas por Dani Bonilla, aquí (YouTube).

Se puede escuchar y ver de cerca a Pituquete interpretar esta taranta en aquí (YouTube).

Entrevista a Pituquete en diario El Mercurio, 4 de enero 2021. [En línea]

 

Escrito por Norberto Torres
Desde España
Fecha de publicación: Invierno de 2022
Artículo que vió la luz en la edición nº 42 de Sinfonía Virtual
www.sinfoniavirtual.com
ISSN 1886-9505




 

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