Lágrima de Luna. Columna música, 2021.
 En el año 2001Yoko Suzuki, compositora e intérprete de este disco (CMO 421), se traladó de Japón a Barcelona para recibir las enseñanzas y consejos de Alicia de Larrocha. Ocho años después ocurriría el fatídico accidente aéreo que todos hemos lamentado. No obstante, Yoko Suzuki Ya se había establecido en Barcelona al amparo de la Academia Marshall, desde donde realiza una notable actividad concertística repleta de galardones y reconocimientos.
En este CD, tras veinte años en la Ciudad Condal, Yoko Suzuki agrupa un conjunto de recuerdos e impresiones vividas muy evocativo. Una música amble, a menudo descriptiva, empleando un lenguaje ecléctico enmarcado en un tardorromanticismo singular. Tales características hacen inevitable que en su escucha surjan reminiscencias de otros compositores, como por ejemplo Lágrima de luna, pieza que da nombre al disco, de inconfundible sabor albeniciano. En la elástica y elegante Gatos jugando he creído percibir en algún momento la sombra de Offenbach.
El nacimiento, con sus bajos tremolantes sosteniendo una aplomada melodía, parecen querer hacer resurgir el espíritu de las Leyendas de Liszt. Mi tesoro, como declara su autora, es una delicada canción de cuna de aroma algo mendelssohniano. De nuevo los animales de compañía en la simpática Perros jugando, persiguiéndose y divirtiéndose hasta la extenuación. Campanas tristes es un homenaje a los seres queridas que ya no están entre nosotros. En Fuentes de luz Yoko Suzuki rinde tributo a Antonio Gaudí, en concreto a los juegos de luz y color que se producen al penetrar esta en el interior de la Sagrada Familia. Esperanza nos dibuja de manera sugerente un horizonte optimista con que eludir el desánimo y la tristeza. Los elementos orientalistas de Gempei Momo (melocotonero) hubiesen hecho feliz al mismísimo Ketelbey.
Nuestro vals debe contemplarse como una invitación al baile entre aquellos que han compartido vida y sentimientos. Estrella fugaz contiene progresiones armónicas arriesgadas que tal vez reflejen el inquietante desplazamiento de los astros junto con sus apariciones y desapariciones. Finaliza este álbum la emotiva y cantable Tu huella, recordatorio de todas aquellas personas que han mostrado su estima hacia la compositora.
Yoko Suzuki muestra en estas obras una amplia imaginación, cierto que más expositiva que de desarrollo. Pero lo que más me gusta es su técnica pianística diáfana, perfectamente reconocible en el magnífico piano Steinway utilizado, en una grabación inmejorable por su calidad de sonido.
Escrito por Joaquim Zueras Navarro
Desde España
Fecha de publicación: Invierno de 2022
Artículo que vió la luz en la edición nº 42 de Sinfonía Virtual
www.sinfoniavirtual.com
ISSN 1886-9505 |
