Sophisticated Clarinet de Chema Peñalver. Sello SedaJazz
Es complicado hablar de la discografía de Chema Peñalver, porque cuanto más se escucha, menos se tiene qué decir. La arrebatadora fuerza de su música merma gravemente la capacidad para articular cualquier reflexión y análisis, al menos antes de recobrar el logos tras tan apabullante experiencia estético-musical. Y quien escribe teme no ser capaz de emitir más allá de un panegírico motivado por un “síndrome de Stendhal sonoro”.
Su quinto y de momento último trabajo discográfico, “Sophisticated clarinet”, ha sido nominado por el Institut Valencià de Cultura al mejor disco de jazz en la edición 2020 de los Premios Carles Santos de la Música Valenciana.
Al calor de dicho reconocimiento hablaremos de este disco, mas no sin ciertas referencias a los anteriores. Chema Peñalver es un clarinetista que emprende su trayectoria en el jazz desde una sólida formación académica. Empieza su periplo por diversos ambientes, a través de los cuales ha dejado que el sonido de su clarinete se vaya bronceando al sol de los lugares que ha frecuentado, desde el tono más claro en su Benny Goodman y su New Orlenas, adquiriendo un aspecto suavemente cetrino a su paso por la música gypsy y oscureciéndose más con su visita al funk. Ya en el quinto trabajo, con el bagaje de sus viajes, visita de nuevo, junto a la guitarra y el bajo, a sus viejos compañeros del género clásico, representado por el cuarteto de cuerda, para contar las aventuras vividas además de anticipar otras nuevas.
Y las cuenta, aunque en la clásica y camerística compañía de la cuerda, con la jovial personalidad que se ha ido forjando a través de sus experiencias progresivamente más alejadas del jazz clásico. Aquí ha llegado con el timbre más abierto y oscuro después de haberse mimetizado, cual camaleón, con todos los paisajes que ha ido frecuentando. Adquiere además su sonido, desde el segundo trabajo, un ligerísimo calado en la afinación, que le da a su clarinete un sabor absolutamente encantador y esencial, además de muy adecuado estéticamente para el entorno sonoro que lo acoge.
En cuanto a calidad musical, el oyente podría sentirse confundido porque, obviando las diferencias estéticas y de concepto, desde el primer hasta el último trabajo, nada ha mejorado. Y es que el apabullante virtuosismo, el impecable trabajo técnico, la integración del clarinete con el resto de los muy solventes músicos y la sensibilidad y el buen gusto interpretativos, sumados a las excelentes producciones técnicas, son ingredientes ya presentes desde el primer disco. A partir de ahí, todo cambia pero nada mejora; no puede. Su discografía es prodigiosa desde el principio.
Una novedad importante desde el tercer trabajo es que los temas son casi en su totalidad de su propia composición. Y en el quinto trabajo, lo son todos. Y para centrarnos ya en “Sophisticated clarinet”, hay que empezar diciendo que es muy diferente a todos los anteriores, tanto en su concepto sonoro como en su planteamiento estético. Los temas son muy jugosos; muy ocurrentes y elocuentes los rápidos, y exquisitamente deliciosos los lentos. Si bien sus composiciones anteriores eran ya inspiradas y estéticamente eficaces y creíbles, en “Sophisticated clarinet” el material melódico incrementa considerablemente su entidad, percibiéndose como piezas muy capaces de valerse muy bien por sí mismas. Dicho de otra manera, uno intuye que se podrían versionar y sonar de manera muy convincente en entornos construidos con otros géneros y sonoridades. O dicho aún de otra forma: ganan progresivamente, durante los trabajos 3, 4, y especialmente en el 5, en peso específico melódico.
En los temas vigorosos, la composición viaja a través de su toque con una fluidez extraordinaria. Si se me permite el símil tecnológico, sus ideas musicales parecen conducirse desde un procesador de alta potencia, por fibra óptica de alta velocidad, hasta el torrente sonoro, el cuál uno siente no poder siempre asimilar desahogadamente, por abrumador, a través de la percepción, si bien, gracias a su elocuencia y adecuada disposición de los elementos, resulta del todo inteligible. La experiencia auditiva es trepidante y arrolladora (nos tiene acostumbrados ya a esta sensación desde su primer trabajo), además de estéticamente riquísima. Los temas tranquilos, en los que la inspiración y la elegancia hacen acto de presencia, se sustentan en material melódico de alta capacidad seductora y cautivadora. No me resisto a imaginar que de algunas melodías (“Impossible love, forever”, “Treason”, “Why me”), quien las desconociera podría ser convencido, al serle presentadas, de que se trata de célebres temas cinematográficos o de clásicos hits en forma de balada o bolero.
En “Sophisticated clarinet” Peñalver está más presente, si cabe, que en los anteriores discos, pues sus composiciones incluyen profusos arreglos de su puño y letra para el cuarteto de cuerdas. Si melódicamente los temas fluyen con elocuencia y seducen estéticamente, los arreglos propician que el conjunto brinde debidamente su aportación. Son exactos, eficaces, y presentan una dimensión en perfecta coherencia con la totalidad sonora, sin absorber energía a las partes solistas ni ser meros comparsas de las mismas. El equilibrio se percibe con gran naturalidad y la recíproca correspondencia entre solista y demás partes opera satisfactoriamente gracias a su sólida, además de minuciosa y detallista construcción, dotando al conjunto de una sonoridad robusta o delicada en adecuada conveniencia al momento estético y sonoro.
“Sophisticated clarinet” cierra un ciclo discográfico en el que todos los elementos de los anteriores trabajos entran en relación y son resumidos en unos temas (“Old school”, “Gypsy and black”, “The final funky”), además de continuar evolucionando en otros, para ofrecer nuevas expectativas que, con toda seguridad, serán desarrolladas en próximos trabajos. Y me refiero, entre otros (“The last Chloe’s dance”, “Afro wave”), al tema que da nombre al disco, “Sophisticated clarinet”, en el que el autor crea un espacio sonoro de nuevas sensaciones basadas en un trabajo armónico más cromático, “sofisticado” y audaz. Merece por tanto este tema erigirse en el representante del disco prestándole su título. Y no solo por lo que permite vaticinar a partir del mismo, sino por la inspiración reveladora materializada en el suculento tema melódico que lo protagoniza, junto al entorno sonoro tan sugerente que lo acompaña.
Como cierre de ciclo de la discografía de Chema Peñalver, pero también dejando vislumbrar los trabajos que esperemos que nos depare (el caudal desbordante de su música así permite presagiarlo), “Sophisticated clarinet” es un disco que aúna la satisfacción de las ricas experiencias estéticas consumadas, con la ilusionante expectativa de las futuras que se auguran a partir del mismo. En ese sentido, ansiamos ya un sexto trabajo del maestro. Estaremos atentos.
Escrito por Agustí Vidal
Desde España
Fecha de publicación: Invierno de 2021
Artículo que vió la luz en la edición nº 40 de Sinfonía Virtual
www.sinfoniavirtual.com
ISSN 1886-9505 |