Debemos a La Mà de Guido que nos descubra al compositor y pianista Tomàs Buxó (1882-1962) con un CD con el título de las tres obras que contiene (LMG 2165). Nacido en Barcelona, fue alumno de la Escola Municipal, teniendo como profesores a Lluis Millet, Joaquim Canals y Antoni Nicolau. Más tarde llegaría a ser profesor y subdirector de la misma alternando esta ocupación con las giras de conciertos. Como acostumbran los compositores de lo que podríamos llamar la generación de la Renaixença, su lenguaje es estrictamente romántico con algunas leves pinceladas impresionistas.El CD agrupa tres obras de Buxó. Tema i variacions, basado en un motivo delicado, elegante y sosegado, que el compositor recrea hasta convertirlo en una guirnalda chispeante para regresar luego a la atmósfera del principio. Más ambiciosa es la pieza Poblet. Fantasía para piano, descriptiva, con una imponente Evocación, una mirada meditativa y algo debussista frente a El claustro al atardecer, la solemne Fiesta real en el palacio del rei Martí y la bulliciosa 1835 Destrucción, recuerdo amargo del paso de la soldadesca por el monasterio. La Sonata para flauta y piano es una obra inédita, con pasajes pianísticos de notable exigencia técnica y un andante central que a mí se me antoja una inspirada romanza. Los intérpretes de este disco son Miquel Farré, alumno destacado de Tomàs Buxó, y Pep Serdà, ambos al piano; Marc Farré a la flauta travesera. Todos desempeñan su labor admirablemente.
Una de las inquietudes que Llorenç Balsach ha ido explorando durante años son los sutiles resortes de la armonía y el contrapunto vocal. Fruto de ello es el CD Música coral (LMG 2166) que reúne 23 piezas polifónicas concebidas entre 1980 y 2020. Como declara el compositor, son como paisajes sonoros, colores y expresiones tímbricas que van transformándose. Pienso que Balsach parte de un acorde en el que cada voz realiza cuidadosos y discretos desplazamientos, sin sentirse atada a las demás pero también sin molestarse. Un deambular continuo pero suave e inquietante. La experiencia del oyente es por momentos curiosa, variopinta, desconcertante, sugerente y enriquecedora, pues uno puede percibir el sonido de un armonio, acordes de la polifonía sacra inglesa del siglo XX, cristales tornasolados y cambiantes…allá la imaginación de cada cual. Han colaborado en estas obras de difícil afinación numerosos intérpretes, por lo que me limito a citar al Cor de Cambra del Palau de la Música, dirigido por Jordi Casas.
Escrito por Joaquim Zueras
Desde España
Fecha de publicación: Invierno de 2021
Artículo que vió la luz en la edición nº 40 de Sinfonía Virtual
www.sinfoniavirtual.com
ISSN 1886-9505 |