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El viaje de Caldara

Joaquim Zueras
Crítico musical



(Nº 37, Verano, 2019)

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DISCOGRAFÍA


Obras de Antonio Caldara, Giovanni Legrenzi, Arcangelo Corelli, Johann Joseph Fux, Franz Xaver Richter y una pieza anónima. Conjunto Atria. Columna Música 1CM0386.

Descubrí la música de Caldara (1670-1936) en el año 2000. Un CD relevante del sello Naxos en el que constan dos de sus obras más notables, la Missa Dolorosa y el Stabat Mater. A partir de entonces mi interés por su vida y obras ha ido en aumento, atrapado por la belleza de su inspiración, a caballo entre el barroco y las puertas del clasicismo. Caldara fue un compositor prolífico (unas 78 óperas, 38 oratorios, 20 misas, un buen número de motetes y madrigales, un centenar de cantatas, sonatas a tres...) pero las grabaciones son escasas, ignorando el motivo de tal inmerecida desatención.

El CD que ahora nos ocupa -El viaje de Caldara- sitúa su originalidad en reflejar diversos desplazamientos del Caldara por parte de Europa,  entablando relación con otros compositores;  un intercambio cultural que sin duda resultó estimulante.   Y el punto de partida no podía ser otro que Venecia, en donde Caldara nació y en donde ejerció como violoncelista en la Basílica de San Marcos. Constan en este CD dos obras suyas tempranas:  la Trío Sonata en Sol mayor Op.1 n.2 de 1693, de cuatro movimientos breves muy contrastados, y  la Ciaccona Op.2 n.12 de 1699, de carácter despreocupado, elegante, fluido y danzante. Y fue en San Marcos donde Caldara, a los diez años, inició sus estudios con el maestro de capilla Giovanni Legrenzi. De Legrenzi podemos escuchar en el disco la Sonata Terza en Si menor Op.10, de 1673, que constituye una muestra de su imaginación por sostener y poner en relieve los elementos trágicos y apasionados de su discurso. Tras unos años en Mantua, se trasladó a Roma al servicio del príncipe Ruspoli.

Fue su período más productivo, seguramente fruto de relación con músicos como Bernardo Pasquini, Alessandro y Doménico Scarlatti, G. F. Händel y Arcangelo Corelli, conteniendo de este último en el CD su escueta aunque magistral Trio Sonata en Do mayor Op. 3 n. 8, de 1689, con un tercer movimiento  largo realmente conmovedor. El disco también rinde homenaje a la música italiana vocal  de la época con la cantata anónima Surge,Surge! localizada en la iglesia de Santa María del Pi de Barcelona, ciudad en la que se especula que pudo haber estado Caldara. En 1711 se trasladó a Viena pretendiendo optar por una plaza de maestro de capilla que en principio fue asignada a  M. A.  Ziani y Johann Joseph Fux, que el disco recuerda a través de la sencilla y complaciente Partita Nürnberger, de 1701. En ese momento Viena era un hervidero musical por lo que no es extraño que Caldara y Fux coincidieran con Franz Xaver Richter. Su Trio para clavicémbalo, flauta y violoncelo en Sol mayor n.3 constituye un rico e interesante ejemplo dialogado entre ambos instrumentos solistas, alejados por sutesitura y sostenidos por el teclado.

La interpretación de este CD corre a cargo del Conjunt Atria: Júlia Santos, flauta travesera; Isabel Soteras y Guillem Cabré, violines; Carla Rovirosa, violoncelo; Eva del Campo, clavicémbalo. Colabora en la pieza anónima Aina Martín como soprano. Conjunto formado en el 2012, tiene como objetivo transmitir la pasión que sienten por la música antigua a partir de conciertos de carácter divulgativo. De la calidad de su ejecución dan sobradas muestras en este disco.

 

Escrito por Joaquim Zueras
Desde España
Fecha de publicación: Verano de 2019
Artículo que vió la luz en la edición nº 37 de Sinfonía Virtual
www.sinfoniavirtual.com
ISSN 1886-9505




 

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