Lorenzo Perosi: Suite Venecia y otras obras. Orquesta Sinfonica stabile y Orquesta Sinfonica Nuova Cameristica Nuova Cameristica di Milano. Arturo Sacchetti, director. Sello Bongiovanni GB5652-2.
Durante años, el sello Bongiovanni ha ido divulgando las grabaciones de las obras interpretadas durante los festivales llamados Perosianas, que se han ido celebrando a la memoria del compositor Lorenzo Perosi (1872-1956) en Tortona, su ciudad natal. En su mayor parte son oratorios y música orquestal que, aunque se estrenaron en vida del músico, el tiempo los sumió en el olvido. Una música de estilo gratamente ecléctico que, al menos para mí, constituye un gran placer de descubrir y escuchar.
En torno a 1906, Perosi concibió el proyecto de reflejar con orquesta el carácter de varias ciudades italianas, la segunda de las cuales es la Suite Venecia. Perosi conocía bien la ciudad, puesto que en 1897, tan solo con 25 años, ocupó la plaza de Maestro de Coro en la basílica de San Marcos, bajo el patriarcado del cardenal Sarto, futuro Pio X. Tras un primer movimiento brillante, le sigue un adagio muy emotivo, concluyendo la suite con un sorprendente presto virtuosístico lleno de vigor y de inesperadas intervenciones melódicas.
A Lorenzo Perosi, hombre de muy baja autoestima y de una humildad casi enfermiza, le gustaba decir: Mi música orquestal no tiene ningún valor. Pero el adagio del Cuarteto nº3 es realmente conmovedor. Por ello, en 1931, decidió transcribirlo y enriquecerlo como Adagio dal III Quartetto per orchestra.
Algo enigmático resulta el origen de Le due strade per orchestra, cuyo manuscrito sin fecha fue localizado en el archivo del Seminario de Treviso. La primera calle está representada con un tema que podría haber firmado Haydn, en contraste con un segundo de estilo inconfundiblemente operístico verdiano.
En 1922, se estrenó el Tema variato per orchestra, una obra de cierta envergadura dedicada a Arturo Toscanini. El tema está compuesto a la manera de una coral antigua y expuesto por los instrumentos de viento-metal. Paulatinamente se añaden otros instrumentos, adquiriendo un colorido cambiante, en un clima apacible que desemboca en una fuga agitada, a la que se añaden unos vehementes timbales que preludian un final rotundo, seguido de una delicada coda.
Finalmente mencionemos el Inno cattolico per quartetto di ottoni, compuesto para el Congreso de Música Sacra celebrado en Milán en 1897 y basado en el himno popular Cristo risuciti, tratado con refinada armonía.
Sean bienvenidas todas estas obras de la mano del musicólogo y director Arturo Sacchetti, profundo conocedor del compositor piamontés.
Escrito por Joaquim Zueras
Desde España
Fecha de publicación: Verano de 2017
Artículo que vió la luz en la edición nº 33 de Sinfonía Virtual
ISSN 1886-9505
www.sinfoniavirtual.com
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