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NOVEDADES DE LA MÀ DE GUIDO 2014

Joaquim Zueras
Crítico musical


(Nº 27, JULIO, 2014)


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DISCOGRAFÍA


El CD Estampes (LMG2122) agrupa una serie de obras y transcripciones para guitarra a caballo entre los siglos XIX y XX que, sin duda, agradecerán los seguidores de este instrumento. De Debussy nos encontramos con la preciosa transcripción de Eduardo Sainz de la Maza del Clair de Lune, de la Suite Bergamasque. En cuanto a música de carácter español, en la Exposición Universal de París de 1889 Debussy escuchó la interpretación de obras de flamenco, lo que suscitó que, sin abandonar  su personal impresionismo, se sirviera de inconfundibles elementos andalucistas. El resultado son las piezas para piano Soirée dans Grenade, La Sérénade interrompue y La Puerta del Vino, que Margarita Escarpa ha transcrito irreprochablemente a la guitarra, así como las obras de Albéniz Granada, Cataluña y Córdoba. Me aventuro a decir que Córdoba es la primera vez que ha sido grabada transcrita para la guitarra. Más complejas son las obras de Joaquín Rodrigo En los Trigales e Invocación y Danza, con pasajes intrincados, incluso ásperos, en donde hay influencias de Dukas y Falla.

        Concluye el disco con tres piezas de Eduardo Sainz de la Maza, Habanera, Homenaje a Tolouse-Lautrec y Laberinto, esta última inexplicablemente desatendida obviando su interés melódico y armónico. De Margarita Escarpa las críticas coinciden en subrayar su sensibilidad artística y su solvencia técnica, en el marco de una amplia formación musical.


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El CD Romàntic  (LMG2124) también está dedicado a la guitarra, a cargo del prestigioso intérprete francés Thomas Viloteau, que nos propone un estimulante paseo a través del romanticismo. Él mismo ha transcrito del violín el famoso Capricho Nº 24 de Paganini. De los 36 caprichos para guitarra del italiano Luigi Legnani aquí podemos escuchar cuatro, los melancólicos Nº 1 y Nº 8 y los Nº 2 y Nº 7, chispeantes y de elevada dificultad, así como la Fantasía Op. 19. Y no podía faltar Fernando Sor que, aunque de rasgos más bien clásicos, en su amplia y discursiva Fantasía Elegíaca hay trazas netamente románticas. Alumno de Fernando Sor fue el fecundo Napoleón Coste.

        Pese a su productividad,  no ha sido muy divulgado. Es una buena ocasión para conocer tres obras paisajísticas suyas: Le Passage des Alpes, La Valle d´Ornans y Les Soirées d´Auteuil. Termina el disco con una deliciosa Barcarola de Felix Mendelssohn, transcrita a la guitarra por Francisco Tárrega. El virtuosismo y la calidad expresiva de Thomas Viloteau han derivado en diversos premios, como el de la Guitar Foundation of America y el primer premio en el Certamen Internacional Francisco Tárrega de Benicàssim.


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El CD Mestres de Capella de la Catedral de Barcelona al segle XVII (LMG2123) reúne composiciones sacras de Joan Pau Pujol, Marcià Albareda, Joan Barter y Francesc Valls, interpretadas por el Cor de Cambra Francesc Valls con la intervención de un bajón, un arpa doble y un órgano positivo, dirigidos por David Malet.

        Los artistas que vivieron  entre el siglo XVI y XVII experimentaron una multitud de cambios que de algún modo les interpelaron en su actividad creativa. La contención y equilibrio del arte renacentista cedía paso a los retos del barroco, que replanteaban toda mesura y proporción. La música no fue ajena a estos cambios y de la polifonía clásica del renacimiento, perfectamente estructurada y regulada, devino una mayor flexibilidad en las relaciones jerárquicas entre las notas de la escala, con resultados de mayor complejidad armónica y melódica.

        Joan Pau Pujol (1570-1626) constituye un ejemplo de lo anteriormente expuesto. Nació en Mataró y en la Catedral de Barcelona estudió  con J.Andreu Vilanova. En 1593 fue nombrado maestro de capilla de la Catedral de Tarragona, en donde Melchor de Robledo había dejado el listón muy alto. Dos años después ganó las oposiciones para ejercer la misma función en la Basílica del Pilar de Zaragoza, desarrollando también una importante labor docente. Pese a contar con la admiración y estima del cabildo, en 1616 decidió regresar a Barcelona, de nuevo como maestro de capilla de la catedral y de la capilla de Sant Jordi ubicada en la Generalitat, en donde permaneció hasta su muerte. Pujol había alcanzado un gran prestigio en vida y, tras su fallecimiento, un olvido inmerecido. Quien puso por primera vez de relieve la importancia de Pujol fue Felip Pedrell. Más tarde Higinio Anglés emprendió una intensa labor de transcripción, aspirando a una opera omnia que no pudo terminar y de cuya continuidad se encargaría la Biblioteca de Catalunya, que custodia los fondos pertenecientes a la catedral. Su Missa pro defunctis a 4 veus es un magnífico ejemplo de la polifonía más clásica del siglo XVI.

        Sucedió a Joan Pau Pujol como maestro de capilla de la Catedral de Barcelona el clérigo de la diócesis de Vic Marcià Albareda (?-1673), que protagonizó la etapa más álgida del barroco. Aquí se recogen tres motetes a cuatro voces a cappella: Ave María, Veni sponsa Christi y Nos autem gloriari.

        El ilerdense Joan Barter (1650-1706) fue otro maestro de capilla, testigo de cómo nuevos instrumentos más modernos iban integrándose a la catedral, el paso hacia un barroco más sinfónico. Sin embargo se ha escogido para la grabación la Missa a 6 veus i baix continu , concebida a la manera de dos coros que dialogan y se complementan.

        El musicólogo Josep Pavia i Simó atribuye a Francesc Valls (1671-1747) un total de 382 obras, entre ellas la Misa Scala Aretina a 13 voces.  Esta composición fue motivo de una gran polémica que duró 22 años, a causa de un intervalo de novena sin preparar. Fue el más célebre de los maestros de la sede barcelonesa, consolidado el barroco sinfónico, y muy reconocido en toda España, pese a que sufrió algunos contratiempos durante la Guerra de Sucesión. De su maestría e inventiva, sobre todo en las diversas disposiciones del entramado armónico, dan fe las siguientes piezas sacras: Hodie Maria Virgo a 8 veus, Beatus vir a 7 veus, Qui manducat meam carnem a 4 veus y O vos omnes a 4 veus.

        El coro de cámara Francesc Valls muestra unas voces muy bien timbradas y cohesionadas, un oportuno sentido de la expresión y del tempo y una correcta dicción, algo que no ocurre con frecuencia.

 

Escrito por Joaquim Zueras
Desde España
Fecha de publicación: julio de 2014
Artículo que vió la luz en la edición nº 27 de Sinfonía Virtual
ISSN 1886-9505
www.sinfoniavirtual.com



 

 

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