Audrey Roncigli, El caso Furtwängler. Un director de orquesta en el Tercer Reich, Fórcola, 2022, 367 páginas. Traducción de Gabriela Torregrosa. Prólogo de Daniel Capó.
Entre los años 2011 y 2012, la editorial Acantilado publicó en español dos esclarecedoras recopilaciones de artículos de Wilhelm Furtwängler (1886-1954): Conversaciones sobre música (2011), del que ya se han dado varias ediciones, y Sonido y palabra. Ensayos y discursos (2012), agotado en la actualidad, unos textos que circulaban en francés anteriormente por España para deleite de quienes pudieran leerlos en dicha lengua. El valioso libro que nos ocupa, que no renuncia a lo musical, ofrece la compleja dimensión social de los artistas durante el Tercer Reich, recurriendo a un tópico del género que bien describe lo narrado en un nuevo caso. Desde una perspectiva polémica, como El caso Wagner de Nietszche (1888), o desde la búsqueda de la verdad y la justicia, como el famoso “affaire Dreyfuss”, defendido por el apasionado J’accuse de Zola (1902), El caso Furtwängler refiere la angustia del famoso artista, tratado a partir de una admirable imparcialidad por parte de una autora que enfoca, desde las primeras páginas, el meollo de la cuestión: la politización e instrumentalización del arte como propaganda de un régimen maligno y sus funestas consecuencias para las personas.
Con apoyo de una apabullante documentación que incluye cartas, telegramas, documentos y prensa, se traza una breve semblanza de la trayectoria musical y vital del director a la par de la de una Alemania muy duramente castigada por la Paz de París (1919) que se encaminaba hacia el abismo tras el resultado de las elecciones de 1933 y el triunfo incontestable del partido nazi.
A partir de este momento, Furtwängler, como otros artistas alemanes de gran prestigio, entre los que cabe citar a Richard Strauss, se dedica a bailar sobre dos peligrosos alambres, el de la contemporización con el régimen a pesar de una tensa relación, dada su negativa a exiliarse, y el del reproche de la comunidad internacional, encabezada por el rival Toscanini, quien le afearía su condición de vasallo del fascismo por sus conciertos en los países “conquistados”:
entonces supone usted que el Arte no es más que propaganda para el régimen en el poder. Si le he entendido bien, como el régimen nazi está en el poder, entonces soy un director nazi; en un régimen comunista, sería un director comunista; en un régimen democrático, un director democrático… no y mil veces no. El Arte pertenece al mundo entero (p. 70).
Y, sin embargo, Furtwängler se opuso frontalmente a la segregación racial promulgada por las leyes alemanas e, incluso, a la mera propaganda del régimen nazi a través de su figura, como demuestra la siguiente anécdota:
un concierto 1938 en Viena, la sala estaba decorada por razones políticas con banderas de cruz gamada. Furtwängler llegó al podio, saludó a los músicos, miró a izquierda y derecha, vio las banderas, y volvió a meterse entre bambalinas. Tras unos quince minutos, llegaron con escaleras, retiraron las banderas a izquierda y derecha, entre los aplausos del público, y se reanudó el concierto. ¡Para hacer algo así en 1838 había que ser muy valiente! (p. 72).
Las páginas de este inestimable volumen destilan el desasosiego del artista oprimido por las circunstancias de un sistema totalitario (que recuerdan a los sinsabores de Dmitri Shostakóvich en la Rusia soviética de la misma época), a la par del surgimiento de una nueva generación de directores –de magnífica calidad, por cierto– que hubieron de aprovechar la ausencia de los judíos emigrados y su condición de alemanes puros, Böhn, Knapperbustch y Karajan, a quien los nazis utilizarían para dañar la imagen del propio Furtwängler. A pesar de todo, el artista, de quien obtenemos un magnífico retrato personal, hubo de pasar por un humillante proceso de “desnazificación” cuando se había quedado solo en la imposición de determinadas condiciones para proteger a los músicos judíos de sus orquestas.
Cierra el volumen una completa lista de repertorios oficiales y extraoficiales durante el gobierno nazi (con un atrctivo apartado de interpretaciones políticas de las grabaciones del período de la guerra), y diversos documentos de gran interés, extractos del diario de Furtwängler, el alegato ante la comisión de desnazificación, diversas entrevistas, una ingente bibliografía e, incluso, filmografía. No en vano, el libro de Roncigli, publicado en Francia en 2009 y en Italia en 2013, obtuvo una mención especial en el Prix des Muses, ACDA Association pour la création et la difusión artistique, como mejor libro musical escrito en francés.
En una era actual de censuras, cancelaciones y persecuciones implacables pero sonrientes, El caso Furtwängler arroja una muestra más, reciente, del peligro permanente que se cierne sobre el ser humano… por parte de sí mismo.
Escrito por Marta Vela
Desde España
Fecha de publicación: invierno de 2023
Artículo que vió la luz en la edición nº 44 de Sinfonía Virtual
www.sinfoniavirtual.com
ISSN 1886-9505
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