Fandangos para tecla Vol. 1. Edición crítica. Antoni Pons Seguí. Ars Hispana, Madrid, 2019.
Por todos es sabido, y si no, ya se lo anunciamos, que el fandango ha sido uno de los estilos de música popular más importante en nuestra historia. Por ello, ha sido retomado por autores “clásicos” en múltiples ocasiones, sobre todo en el ámbito de los instrumentos de cuerda pulsada y teclado. Aunque no exclusivamente, ya que en el campo vocal ha sido ampliamente recreado en sainetes, tonadillas, zarzuelas y óperas, así como en piezas sueltas con acompañamiento de piano o guitarra. El fandango entró en España como música y baile venido de las Indias muy a finales del siglo XVII, siendo muy popular en nuestras tierras desde principios del siglo XVIII, y aún sigue vivo.
La colección que aquí nos ocupa es el volumen primero de una serie crítica realizada por Antoni Pons Seguí para la editorial Ars Hispana de Madrid, integrada por seis fandangos para tecla, alguno de ellos poco conocidos aún, encuadrados entre la segunda mitad del siglo XVIII y los primeros años del XIX.
Principia con las célebres Variaciones del fandango español al fortepiano de Félix Máximo López (1742-1821), que incorpora la típica sección en la tonalidad del VI grado del modo frigio (Fa M desde La frigio), de forma muy cercana a la de los fandangos populares. Si bien esta característica armónica estaba ya presente en ejemplos de cuerda pulsada en 1705 (Biblioteca Nacional M/811) y en Pablo Minguet e Yrol, calificada como “subida” (1754), y de forma sugerida en otros ejemplos para teclado como el fandango de Antonio Soler y Ramos (1729-1783).
El poco conocido Fandango nuevo para clave o fortepiano de Francisco Díaz se conserva en la Biblioteca Palatina de Parma dentro del fondo “Borbone”. Encuadrado entre la segunda mitad del siglo XVIII y comienzos del XIX por el estilo, según Antoni Pons, apuntando que pudiera ser de 1793 o 1796 por el tipo de papel del manuscrito. Presenta igualmente una sección en el VI grado del modo frigio, donde aparece igualmente el calificativo de “subida”.
El Grande fandango con 50 diferencias para Forte Piano procede igualmente de la Biblioteca Palatina de Parma y del mismo fondo Borbone. Pudiera ser de ca.1805 y no se conoce autoría.
Otras dos obras anónimas son el Fandango o sia Spagnoletta y el Fandango para Forte Piano originarios de la Biblioteca del Conservatorio de Música de San Pietro a Majella de Nápoles.
Cierra la colección con dos fandangos anónimos de la Biblioteca Nacional de España (M/2232) Fandango alegre y Fandango con diferencias, que forman parte de una colección de piezas para fortepiano de al menos 1810, aunque pueda recoger piezas anteriores. El primero de ellos no presenta ninguna particularidad musical reseñable que pueda justificar el apelativo de alegre, aunque sí incorpora indicaciones relacionadas con algún tipo de coreografía de baile, ya que se incluyen términos como “entrada” (no incorporado en la transcripción), “paseo” y “diferencias”.
Incorpora esta cuidada edición notas históricas de todos los ejemplos y los criterios de edición pertinentes, en los que se explican los cambios, añadidos o correcciones que se han incorporado. Sin duda esta publicación servirá para tener más referencias sobre este estilo de música y baile y su proyección internacional, ya que aparte de estas fuentes italianas, el fandango fue incorporado en el ballet Don Juan (1761) de Gluck, en el tercer acto de las Bodas de Fígaro (1786) de Morzart o en el Capricho español de Rimski-Kórsakov (1887), por poner tres ejemplos al respecto de la importancia e influencia del fandango en autores extranjeros.
Escrito por Guillermo Castro Buendía
Desde España
Fecha de publicación: Verano de 2019
Artículo que vió la luz en la edición nº 37 de Sinfonía Virtual
www.sinfoniavirtual.com
ISSN 1886-9505
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