Resumen. Las primeras evidencias del uso de la flauta travesera en el siglo XVIII coinciden con el inicio del reinado del nuevo monarca Borbón, Felipe V. Este artículo se centra en el uso de dicho instrumento en la Capilla Real de Felipe V. Con el nombramiento de Francisco Corselli como maestro de la Capilla Real, la flauta travesera empieza a usarse de manera habitual en dicha institución. Los músicos encargados de interpretar las primeras obras para flauta travesera en la Capilla Real fueron Claudio Voyenne y Luis Bucquet.
Palabras clave: flauta travesera, Felipe V, Capilla Real, Sebastián Durón, José de Torres, Antonio Literes, Francisco Corselli, Claudio Voyenne, Luis Bucquet, Pierre Bucquet.
La flauta travesera en la Capilla Real de Felipe V:
los flautistas Claudio Voyenne y Luis Bucquet
Aunque existen algunas referencias al uso de la flauta durante el final del reinado de Carlos II, sin la certeza de que fueran traveseras, no será hasta el siglo XVIII cuando empieza a usarse el instrumento de forma habitual en el ámbito cortesano. A lo largo del siglo XVIII encontramos también una paulatina incorporación de la flauta travesera en las capillas musicales catedralicias españolas, principalmente a partir de la década de 1730.
Hay que tener en cuenta que la historia de la flauta travesera está muy ligada a la del oboe, puesto que era habitual que un mismo músico tocara ambos instrumentos. En 1702, Luis XIV ofreció a su nieto, el ya proclamado rey de España Felipe V, un séquito de Mosqueteros acompañados de una banda de oboes, quienes pasarían poco después a formar parte de las Guardias Reales (1). Lamentablemente desconocemos el nombre de los miembros que formaron la primera banda de oboes. Es posible que algunos de los oboístas que estuvieron al servicio de los anteriores monarcas pasaran a formar parte de dicha banda. Este podría ser el caso del oboísta Esteban Robert, quien estuvo al servicio de la reina Mariana de Neoburgo hasta 1701 y que acompañó a Felipe V a Barcelona para la celebración de las reales nupcias con María Luisa de Saboya en 1702 (2) .
El uso de la flauta travesera en la corte de Felipe V es evidente ya en la primera década del siglo XVIII. Obras como la zarzuela Coronis (ca. 1705)de Sebastián Durón (1660-1716) o la ópera El mayor triunfo de la mayor guerra (ca. 1710) de Manuel Ferreira (ca.1670-después de 1726) requieren el uso de flautas traveseras. Puesto que en la Capilla Real no había todavía oboístas que tocaran la flauta travesera, lo más probable es que los oboístas de las Guardias Reales fueran quienes interpretaran dichas partes de flauta.
Los primeros maestros de la Capilla Real de Felipe V fueron Sebastián Durón, que ocupó el puesto desde 1701 hasta 1706 y José de Torres (ca. 1670-1738), maestro de capilla desde 1720 hasta 1738.
La nueva planta de 1701 no contemplaba una plaza de flauta ni de oboe. En 1704 los bajonistas piden un aumento de sueldo por “habérseles aumentado los nuevos instrumentos de flautas que sus antecesores no han usado” (3) . No parece que estos músicos tocaran la flauta travesera, sino la flauta dulce. Sin embargo, se conserva una Misa de Difuntos a tres coros de Sebastián Durón en la que la flauta segunda baja hasta un mi’ (4) en el Dies irae. Es difícil saber si realmente dispuso en algún momento de flautas traveseras en la Capilla Real o si simplemente no tuvo en cuenta la tesitura de la flauta dulce. Además de la Misa de Difuntos, se han conservado otras tres obras con flautas de Sebastián Durón: un oficio de difuntos, un miserere y una lamentación.
Durante el período de 1707 a 1719, los encargados de poner música a los oficios religiosos de la Capilla Real fueron principalmente Antonio Literes (1673-1747) y José de Torres, especialmente este último, quien se convertiría en 1720 en el maestro de capilla. En la biblioteca del monasterio de San Lorenzo de El Escorial se ha conservado un “solo de miserere” para flautas de Antonio Literes, cuyo tema inicial recuerda al del aria “Al ameno silencio” de la zarzuela Acis y Galatea (1708)del citado autor. Tampoco hay evidencias del uso de la flauta travesera en las obras conservadas de José de Torres, que también parecen estar escritas para flauta dulce. En estas obras, las flautas nunca bajan del fa y cuando doblan a los violines, la tesitura se adapta siempre a la de la flauta dulce.
En cualquier caso, no fue hasta el nombramiento en 1738 de Francisco Corselli (1705-1778) como maestro de la Capilla Real cuando empezó a utilizarse la flauta travesera de manera habitual. La primera obra que requiere el uso explícito de flautas traveseras en la Capilla Real es la cantada Ea, pastores (1738) de Francisco Corselli para tiple, dos flautas traveseras, dos violines, viola y acompañamiento.
Francisco Corselli dispuso de tres oboístas: José Gesembec, Luis Bucquet y Claudio Voyenne, a los que se añadiría Manuel Cavaza en 1742 como oboe supernumeriario. No se han conservado obras anteriores a la llegada de Francisco Corselli que permitan suponer que Gesembec, que pertenecía a la Capilla Real desde 1708, tocara la flauta travesera.
Luis Bucquet y Claudio Voyenne procedían de las Guardias Reales, de la que formaron parte desde la década de 1710. La mayoría de los oboístas que entraron posteriormente en la Capilla Real también procedían de las Guardias Reales: Manuel Cavaza, Luis Misón, Francisco Mestres, etc.
Una de las primeras citas de Claudio Voyenne fuera de las Guardias Reales se encuentra en una lista de músicos que interpretaron la ópera Las amazonas de España en 1720. Voyenne empezó a formar parte de la Capilla Real a partir de 1724. Entre 1735 y 1740 publicó en París sus Six suittes de simphonies pour deux musettes ou vielles. También se conserva en el archivo musical de la catedral de Guatemala una misa a 8 voces, oboe, violines y acompañamiento.
Luis Bucquet empezó a formar parte de la Capilla Real a partir de 1729 como oboe supernumerario. Estaba casado con Geneviève Carlier, hija del famoso arquitecto de Felipe V, René Carlier, autor del trazado de los parques y jardines del Palacio Real de La Granja de San Ildefonso. El 3 de septiembre de 1732 ocupó definitivamente la plaza de tercer oboe de la Capilla Real.
Tanto Luis Bucquet como Claudio Voyenne solían acompañar a la corte en sus viajes y aparecen citados en las listas de músicos de representaciones como Ceder honor por honor (Buen Retiro, 1737), Allessandro nelle Indie (Buen Retiro, 1738) o Il Farnace (Buen Retiro, 1739)(5) .
Ambos flautistas tenían sendos hermanos oboístas. Del hermano de Claudio Voyenne solamente aparece una referencia en la representación de la ópera La mayor hazaña de Alcides de 1723, donde se cita a Claudio Voyenne y a “su hermano Monsr. Cadet”(6) . Es muy probable que el hermano menor de Claudio Voyenne fuera miembro de las Guardias Reales, al igual que Pierre, el hermano de Luis Bucquet.
Pierre Bucquet estaba casado con Louise Voyenne, hermana de Claudio Voyenne. En 1734 publicó en Sevilla sus Pièces à deux flûtes traversières sans basse divisées en quatre suites (7), coincidiendo con la vuelta de la corte de Felipe V a Madrid después de haber permanecido cinco años en Sevilla (1729-1733). Estos dúos están dedicados al embajador francés en España Frédéric-Rodolphe, conde de Rottembourg, quien fue, al igual que su compañero Federico II de Prusia, un consumado flautista. La fecha de la muerte de Pierre Bucquet debió de ser cercana a la de su mujer, fallecida en Madrid en 1746, y a la de su hermano Luis, fallecido en Madrid en 1744.
A la muerte de Luis Bucquet en 1744 siguió la de Claudio Voyenne en 1745. Poco después entrarían a formar parte de la Capilla Real los flautistas Juan López, Francisco Mestres y el famoso flautista y autor de tonadillas escénicas Luis Misón.
Notas a pie de página:
(1) BERROCAL CEBRIÁN, Joseba Endika, “Un nuevo proyecto para establecer una Musique de Chambre en la corte española (1701)”, en MARTÍN SERRANO, Eliseo (coord.), Felipe V y su tiempo: congreso internacional, Zaragoza, 2004, p. 889.
(2) MORALES, Nicolás, L’artiste de cour dans l’Espagne du XVIIIe siècle. Étude de la communauté des musiciens au service de Philippe V (1700-1746), Madrid, 2007, p. 154.
(3) KENYON DE PASCUAL, Beryl, “Instrumentos e instrumentistas españoles y extranjeros en la real capilla desde 1701 hasta 1749”, en LÓPEZ-CALO, José, FERNÁNDEZ DE LA CUESTA, Ismael y CASARES RODICIO, Emilio (coords.), España en la música de occidente: actas del congreso internacional celebrado en Salamanca, 29 de octubre - 5 de noviembre de 1985, Madrid, 1987, p. 94.
(4) La nota más grave de la flauta dulce contralto, que era la que se utilizaba habitualmente, es el fa’, mientras que la flauta travesera barroca podía bajar hasta un re’.
(5) MORALES, Op. cit, pp. 492-493.
(6) VAREY, John Earl y LÓPEZ ALEMANY, Ignacio, El teatro palaciego en Madrid: 1707-1724, Londres, 2006, pp. 226-227.
(7) Publicada en el proyecto Ars Hispana de la Fundación Gustavo Bueno:
http://www.arshispana.com/publicaciones/bucquet.htm
Escrito por Antoni Pons Seguí
Desde España
Fecha de publicación: Enero de 2012
Artículo que vió la luz en la revista nº 22 de Sinfonía Virtual.
ISSN 1886-9505
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