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ÓPERA PARA TODOS (VIII): WAGNER
José Belmonte

            Wilheim Richard Wagner nació en Leipzig, en 1813, y murió en Venecia, en 1883. Cuando se fue, nos dejó varias óperas y dramas musicales, así como obras de teatro, artículos periodísticos y una vida tumultuosa, llena de vaivenes y de altibajos. Pero también nos legó una perspectiva y una visión de la Música completamente nueva en su época. Una Música que gustará más o menos (en algunos casos esta apetencia o no llevará el sello estético de según que época o tendencia), mas lo que es seguro es que no deja indiferente al espectador.
            Este concepto del “continuum “en la obra musical romperá moldes en su tiempo, y llevará a un tratamiento de la voz humana como si fuera otro instrumento, encastrada con perfección milimétrica en la ópera.
            Tal era la novedad de esta concepción artística, que Wagner no tuvo prácticamente ninguna referencia anterior sobre la que establecer su concepción musical. La poesía, las artes escénicas, la música, ese concepto vocal del que hemos hecho referencia anteriormente….todo debe estar entrelazado, amalgamado en perfecta combinación para llegar a esa obra de arte total. La orquesta abarca todo el escenario, no limitándose solo al foso, envolviendo de este modo al espectador en un clímax musical constante, y no sometiéndolo a parones escénicos y musicales (como ocurría en la ópera italiana)
            También el concepto de “leitmotiv” va a ser revolucionario. No será del todo novedoso ya que había sido usado anteriormente por otros autores (recordemos al breve motivo de  Papageno en “La flauta mágica”); pero sí lo será la aplicación del leitmotiv no solo a personajes, sino a situaciones, ideas abstractas  e incluso a estados anímicos concretos...
            Ya en otras facetas escénicas, Wagner usará argumentos y temas conocidos por todos y arraigados en la conciencia cultural del pueblo. Para ello hará uso recurrentemente de la mitología y de las leyendas (los nibelungos, las valkirias, etc.). Igualmente, en lo referente al lenguaje, el compositor alemán  usará por lo general frases cortas, impregnadas de sugerencias, que inspirarán las ideas, más que referirlas directamente,
            El concepto escénico de Wagner también será revolucionario. Como hemos referido anteriormente, la continuidad escénica es vital. No debe verse interrumpida en ningún momento por intermedios. El público ha de estar en la sala en todo momento, y no interrumpir el desarrollo de la acción entrando y saliendo. En “El holandés errante” la iluminación del escenario no es la misma que la de la sala, y el genial músico oscurece la escena en un momento determinado, solo dejando un foco de luz en lo que está ocurriendo, para captar totalmente la atención del espectador.
            Por todo ello muchas de sus obras han sido denominadas “dramas musicales”, siendo consideradas por muchos como un nuevo género musical, distinto a la ópera en sí. Con Wagner, estas obras musicales tendrán una consistencia similar a una sinfonía, sin interrupciones y con un continuo temporal y melódico constante (la “melodía infinita”).


DER FLIEGENDE HOLLANDER (El holandés errante)

  • Ópera en tres actos. También titulada “El buque fantasma”.
  • Libreto del mismo Wagner, basándose en el libro “Memorias del señor de Schnabelawopski”, de Heine.
  • Estreno: Dresde, 2 de Enero de 1843.

Personajes y voces:

            Daland, marinero noruego: bajo
            El Holandés: barítono           
            Erick , cazador: tenor
            Senta, hija de Daland: soprano
            Mary, aya de Senta: mezzosoprano
            Timonel: tenor
            Coros: marineros, doncellas.

            Ya desde el comienzo nos damos cuenta de que estamos ante otro concepto de la ópera. Aun cuando podemos observar que aún no se hallan desarrollados todos los conceptos musicales, dramáticos y estéticos del maestro alemán, y todavía está encorsetado por los formalismos imperantes en el género operístico del momento, esta obra es una muestra impresionante de lo que, poco a poco, Wagner será en un futuro próximo.
            Uso del leitmotiv desde el principio de la obra, fijándolos ya a las situaciones y personajes, obertura sobrecogedora, con entidad en sí misma, un contrapunto muy evolucionado ya. Todo ello nos da una imagen del Wagner que ha de venir.
            En su génesis, el propio Wagner pensó en que debiera desarrollarse en un solo acto, sin intermedios,  lo que le da mayor cohesión dramática de la obra.
            Queremos destacar algunos de los momentos que, en nuestra opinión, son relevantes en la obra, bien por su trascendencia dentro de ésta, bien por su belleza. Tales son:

  • La obertura, auténtica pieza de concierto por sí sola
  • El monólogo del Holandés
  • El dúo de Daland y el Holandés
  • El dúo de Senta y Erick.

ARGUMENTO

Acto I

            El barco de Daland, al llegar a puerto comienza a echar anclas y a asegurarse ante la tormenta que se avecina. En medio de la oscuridad reinante llega otro barco al amparo del puerto. Su capitán salta a tierra. Es el Holandés Errante, que un día, en medio de una horrible tempestad juró cruzar el Cabo de Buena Esperanza, aunque tuviera que navegar toda la eternidad tras hacerlo. El diablo le tomó la palabra y así vaga por los mares, con la esperanza de que el amor de una mujer fiel hasta la muerte pueda liberarlo de la maldición. Por ello, un día cada siete  años, puede atracar y buscar a esa mujer.
            Daland le pregunta al Holandés, y este le confiesa que es un capitán que vaga de un lado para otro, acumulando tesoros. También le pregunta si querría casar a su hija con él, a lo que Daland, codicioso, le invita a su casa. Tras amainar la tempestad, ambos barcos pueden salir de puerto. Daland se encarga de guiar al Holandés  tras él.

Acto II

            En casa de Daland, sus hijas charlan animadas. Senta se siente obsesionada por la leyenda del Holandés Errante, y no puede apartar la vista de un cuadro con la imagen de tan desdichado personaje. Como nadie quiere cantarla, ella misma entona la balada del Buque Fantasma. Al llegar Erick, su enamorado, todas le cuentan que Senta está perdiendo el juicio por la leyenda.
            El enamorado se queja de que Daland no le quiera para esposo de Senta y le confiesa que tiene celos del cuadro y de la leyenda. La mujer le tranquiliza diciéndole que le ama. Erick ha soñado que ella se marchaba con un extranjero, y ello exalta aún más los ánimos de la mujer, y agudiza el sentir de Erick sobre la locura de la muchacha.
            Llegan Daland y el Holandés a la casa. El padre hace las presentaciones y le dice a Senta que éste misterioso hombre será su marido, si ella le acepta. La mujer presiente que ese hombre es el de la leyenda.
            Cuando quedan solos, el Holandés le cuenta a la mujer sus sufrimientos en busca de alguien que lo ame y esté dispuesta a sacrificarse por él. Le pregunta a Senta si no se arrepentirá en el caso de aceptarlo como esposo. La muchacha le cuenta su alegría por presentir que se trata del hombre del cuadro. Ambos quedan mirándose, enamorados. Daland se acerca para acordar el compromiso, y todos van a la fiesta que hay en el pueblo por el regreso de los barcos.

Acto III

            En la bahía, con los barcos atracados, todo es alegría y jolgorio.  Las muchachas han ido a recibir a sus novios y todos están alborozados. En cambio, en el barco del Holandés no se oye nada, todo está en silencio y calma. Las muchachas se acercan al barco, queriendo dar de beber a los tripulantes, aunque nadie atiende a sus gritos y risas. Los marineros del barco de Daland bromean comentando que se trata del buque fantasma. Cuando sale la terrible  tripulación y estalla una tempestad en torno al barco, todos se retiran asustados. Pronto vuelve la calma.
            Erick pregunta a Senta si es verdad que se va a casar con el Holandés, a lo que esta le responde que es su deber. El hombre intenta hacerla recapacitar recordándole los momentos felices, cuando eran novios. Cuando están así llega el Holandés, que se cree engañado por la mujer. Le recuerda a ésta lo terrible de su destino si llegan a casarse, y ella lo acepta, aunque Erick trata de sacarla de allí. El Holandés sube a su barco y zarpa, mientras Senta logra escapar de Erick y los demás, que la están reteniendo, para tirarse al mar desde una roca. En ese momento desaparece el barco, y los espíritus suben al cielo.
           
           
DIE MEISTERSINGER VON NÜRNBERG (Los maestros cantores de Nuremberg)

  • Ópera (comedia musical) en tres actos.
  • Libreto del mismo Wagner,
  • Estreno: Munich, 21 de Junio de 1868.

Personajes y voces:

MAESTROS CANTORES:

            Hans Sachs, barítono
            Veit Pogner, bajo      
            Vogesand, tenor        
            Konrad Nachtigall, bajo
            Sixtus Beckmesser, bajo
            Fritz Kothner, bajo
            Balthasar Zorn, tenor
            Ulrich Eisslinger, tenor.
            Augustin Moser, bajo
            Hermann Ortel, bajo
            Hans Schwarz, bajo
            Hans Foltz, bajo.

OTROS PERSONAJES:

            Walther von Stolzing, tenor
            David, tenor
            Eva, soprano
            Magdalena, mezzosoprano
            Sereno, bajo

La acción se desarrolla en Nuremberg, a mediados del  siglo XVI.

            Vemos cómo esta obra ya supera en concepción escénica y musical al Holandés. El dominio del contrapunto y de la fuga; las escenas grupales y de coro, etc., nos da la sensación de que no nos hallamos ante una ópera al uso. Si con el Holandés, la concepción musical y teatral de Wagner era distinta a la de una ópera (recuérdese la intención del autor de representarla en un solo acto, sin intermedios), en los Maestros cantores, este concepto va derivando al de “comedia musical”. Esto pese a la mayor facilidad de Wagner para expresar lo trágico que lo cómico (de ahí la opinión de algunos de poner entre comillas la expresión “comedia musical”).
            Destaquemos el hecho de que el argumento no va a buscar en las leyendas y mitologías germanas su historia. Wagner va a retroceder en el tiempo para reflejar la sociedad alemana de mediados del XVI.
            Abordar el personaje de Hans Sachs, era intención de Wagner desde hacía tiempo. Tras varios años, el primer bosquejo de la obra ve la luz en 1862. Será seis años después cuando se estrene en Munich, con gran éxito de público. El enfrentamiento entre el arte nuevo y el antiguo, y algunas de los diálogos que se dan entre los personajes, sobre todo por parte de Hans Sachs, hace a esta comedia musical, una obra polémica desde el punto de vista político.

            Subrayemos distintos momentos en la obra, de gran belleza y relevancia:

  • La romanza de Walther, “Fanget an¡”
  • La fuga de la escena de la pelea, en el acto I
  • El monólogo de Sachs, “Wahn¡ Wahn¡ Uberall Wahn¡”
  • El dúo de Senta y Erick.

 

ARGUMENTO

Acto I

            Tras el oficio religioso, al salir de la iglesia, Walther se acerca a Eva, que está acompañada por su aya, y le pregunta si está prometida con alguien. La misma Magdalena le responde que el hombre que será su esposo se conocerá al día siguiente, pues será el ganador del concurso de maestros cantores. Al ver el aya, que Eva se siente atraída por el joven Walther, le pide a su enamorado, David, que lo aleccione sobre las artes del canto.
            Mientras se está preparando la reunión de los maestros cantores, para ensayar  el concurso. Pogner desea que Beckmesser gane el concurso, pues le gusta como yerno. Ambos entran en el ensayo. Pogner propone la idea de que sea su hija quien elija al  ganador del concurso, pues este será  quien se despose con ella. Hans Sachs expone la idea de que sea el pueblo quien elija al vencedor del concurso, a lo que se oponen todos.
            Walther quiere inscribirse en el concurso, lo que despierta los recelos de Beckmesser, quien lo ve como un posible rival. Kothner le cuenta las reglas del concurso a Walther y este acepta. Beckmesser será quien se encargue de anotar todos los errores que el muchacho cometa.
            Como era de esperar, son muchos los errores que encuentra Beckmesser en la intervención de Walther, con lo que es denegada su admisión. Pese a todo, Hans Sachs queda impresionado por los nuevos valores que parece atesorar este nuevo aspirante.

 

Acto II

            Cuando atardece, David cuenta a Magdalena el fracaso de Walther. Eva y su padre charlan animadamente. Este le cuenta que debe sentirse alegre pues el día siguiente sabrá por fin quién será su esposo. Eva ya sabe, por boca de su aya, que Walther no ha conseguido ingresar en los maestros.
La muchacha va al taller de zapatos de Sachs, Intenta saber qué impresión le ha causado Walther y para ello bromea con el zapatero sobre la idea de ser él mismo quien ganase el concurso. Por un equívoco, la joven piensa que Sachs desprecia a Walther.
Cuando regresa a su casa, el aya le advierte que esa noche Beckmesser piensa darle una serenata, pero que no se preocupe pues ella misma ocupará el lugar de la joven.
Walther aparece en la casa y propone a Eva que huyan juntos. La joven desaparece dentro de la casa y vuelve con las ropas de Magdalena. Sachs, que ha oído al joven, no está dispuesto a permitir la huida de los dos. Propone a Beckmesser, al que ha visto preparado para la serenata, dar golpes con su martillo en un zapato, cada vez que el escribano cometa un error. Becckmesser se muestra de acuerdo, y es tal el estruendo que Sachs arma que todos se despiertan.
            Entre los que aparecen ante el tumulto, esta David, enamorado de Magdalena, que golpea al escribano al ver que está cortejando a su amada (que está vestida con los ropajes de Eva).  Los jóvenes, con tal alboroto, no se atreven a huir (Sachs ha logrado su propósito). Llegan unos militares y ponen orden en la calle. El sereno pone paz en la escena finalmente entonando su canción de ronda.

 

Acto III

Cuadro I

            En el taller de Sachs, al día siguiente, el maestro lee la Biblia y se dispone a escuchar a David, que le ha pedido conejo sobre la balada que ha preparado. El zapatero medita sobre la ilusión, que mueve al universo, y confía en que todo llegue a buen puerto.
            Walther, que acaba de llegar a casa del zapatero, le cuenta que ha tenido un sueño. Sachs, le recomienda que lo tome como argumento de un poema, y que sea esa composición con la que compita en el concurso. El maestro le ayuda a escribirla, mientras el joven la canta. Sachs recomienda al joven que aplique todas sus técnicas nuevas a las ya establecidas. Así podrá ganar.
            Beckmesser, que acaba de llegar, en el momento en que ambos salen a vestirse para la competición. Al ver tan hermoso poema, lo toma como propio. Cuando entra Sachs, el escribano le comenta que le perdona por el escándalo de la noche anterior. Hans le regala entonces la letra que acaba de robar, y que el escribano presiente será la que le ayude a ganar.
            Eva llega pidiendo al zapatero que le arregle los zapatos, pues le aprietan. Walther, que llega con la última parte de la canción y se siente agradablemente sorprendido al ver allí a su amada. David y Magdalena entran mientras el zapatero responde a la sugerencia de Eva, sobre si querría ganar el concurso. “Un zapatero debe estar siempre en su puesto”, y  afirma que no quiere un amor así.
            Le  da título a la canción de Walther, se llamará “Ein Kind” (“Un niño”).

Cuadro II:

            Todos asisten, en una pradera cercana, al desfile de los maestros cantores y de los componentes de los distintos gremios. El pueblo recibe a Sachs cantando el coral que el zapatero dedicó al mismo Lutero, lo que abruma a Hans, que entona rápidamente el pregón del concurso.
            Cuando Beckmesser entona la canción de Walther, confundiéndose constantemente. Tras su descalificación acusa al zapatero de ser el responsable. Sachs llama a Walther y le pide que cante su poema, para desmentir tal acusación.
            Nadie osa competir con tal composición, así que Walther es declarado vencedor del concurso. Pese a esto, el joven rehúsa el nombramiento de maestro cantor, a lo que Sachs, reprendiéndole, afirma que el arte alemán desaparezca, a menos que todos honren a los maestros que contribuyen a sostenerlo. Eva, quitando la corona de la cabeza de Walther,  se la coloca al zapatero, mientras éste nombra maestro al joven, colocándole la cadena que así lo indica. Todos cantan en honor al arte germano, que debe prevalecer sobre todo.

 

PARSIFAL

  • Ópera (festival sacro-dramático) en tres actos.
  • Libreto del mismo Wagner, basado en el poema homónimo de W. von Eschenbach
  • Estreno: Bayreuth, 21 de Julio de 1882.

Personajes principales  y voces:

            Anfortas, barítono-bajo         
            Titurel, bajo.
            Gurnemanz, bajo
            Klingsor, bajo
            Caballero 1º, tenor
            Caballero 2º, bajo
            Kundry, mezzosoprano.
            Parsifal, tenor
           

La acción se desarrolla en España, en el siglo X.

 

            Wagner ya estaba dando vueltas a la idea de Parsifal desde años hacía tiempo. La génesis de la obra no resulta muy clara, ya que las referencias que tenemos acerca de ello son escasas. Con todo, parece ser que la idea se remonta hasta bastante antes de 1870, y que, según parece, fue comentada por al músico alemán a Luis II de Baviera. Finalmente, Parsifal verá la luz en el Festival de Bayreuth, el 21 de Julio de 1882, con gran éxito de público y crítica.
            El relato del mítico maestro cantor Parsifal es uno de los hitos de la cultura alemana, y la obra de Wagner una de sus más controvertidas creaciones. Con todo, Parsifal es una muestra del periplo espiritual y artístico del espíritu wagneriano y culmen de su obra. En ella los leitmotiv, por ejemplo, llegan a la perfección melódica y simbólica, mucho más que en obras anteriores, estando imbricados totalmente en el desarrollo melódico de la obra. Su sentimiento religioso la llevan incluso a ser considerada como una obra sacra en cierta medida
            En suma, con Parsifal se llega a la culminación teatral y musical que Wagner comienza con el Holandés. Puede decirse que con esta obra, el músico alemán consigue el continuo melódico y escénico que buscaba desde sus comienzos.
            Antes de exponer el argumento de Parsifal, digamos que cada acto se divide en dos cuadros, y que el paso de un cuadro a otro se debe hacer sin rupturas. La última escena de los primeros cuadros se convierte en la primera de los segundos.
           
            Grandes momentos de “Parsifal”:

-Los “Encantamientos del Viernes Santo”.
-El monólogo de Anfortas (“Nein¡ Lasst ihn unenthullt¡”)
-El dúo entre Parsifal y Kundry.

 

ARGUMENTO

Acto I

Cuadro I

            Anfortas está herido. En un claro del bosque, cerca del castillo de Monsalvat, Gurnemanz y los pajes preparan un baño para intentar aliviar las heridas del guardián. Kundry, desesperada por el mal del caballero, ha dado a Gurnemanz un bálsamo que ella misma ha preparado. Anfortas es llevado por una procesión de caballeros acepta el bálsamo de Kundry, mientras que afirma que espera la llegada de “el sabio piadoso”.
            Gurnemanz cuenta cómo  Anfortas,  fue herido por el brujo Klingsor con la lanza que hirió a Jesucristo. Esta herida solo sanará cuando un tonto inocente, piadoso y sabio toque con la lanza la herida abierta.
            Cae un cisne herido por Parsifal y Gurnemanz le recrimina, pues en el bosque del Grial todos los animales son sagrados. El cazador no sabe ni de dónde viene ni quién es. Al oír esto Kundry, que sabe su historia,  cuenta como su padre  Gamuret murió en batalla, y su madre, muerta hacía poco tiempo,  lo crió puro e inocente. Mientras la mujer se va a dormir, Gurnemanz decide llevar al muchacho al castillo

Cuadro II:

            En el gran salón del castillo, los caballeros se disponen a celebrar la comunión. Titurel, pide a Anfortas, su hijo que celebre la ceremonia, pero este se niega, al sentirse culpable por haber cedido a la tentación de una de las criaturas de Klingsor (y que es el origen de su mal).
            Finalmente accede a ello y oficia la comunión, enseñando el santo Grial. Ante esto Parsifal se ha quedado sin habla, así que Gurnemanz le ordena que se marche lejos del aquel lugar sagrado.

Acto II

Cuadro I 

            En el salón del castillo de Klingsor, el mago se prepara para recibir a Parsifal, y obliga a Kundry que lo seduzca. Pretende esperar a que Anfortas muera para hacerse con el Grial.

Cuadro II

            En el jardín mágico de KIingsor, unas doncellas se lamentan de la muerte de todos sus amantes. Cuando aparece Parsifal, se transforman en las doncellas-flores e intentan seducirlo. Al aparecer Kundry transformada en una bella mujer para seducir al cazador, estas se retiran.
Kundry revela al muchacho su nombre, Parsifal, así lo llamó su padre antes de morir. Su madre, le cuenta la hechicera, le pidió a ella, antes de su muerte, que le diera un beso.
Tras besarla, Parsifal recuerda a Anfortas y su dolor, diciéndole a la mujer que no puede ayudarla y que debe irse. Ante la negativa de Parsifal de quedarse con ella aparece Klingsor, arrojándole al joven la lanza sagrada. Esta queda suspendida en el aire sin hacer daño al joven, que la coge y se hace la señal de la cruz. El jardín queda convertido en un desierto, del que parte el cazador, no sin antes decirle a Kundry que sabe dónde puede encontrarle.

 

Acto III

Cuadro I

            Tras muchos años, Gurnemanz es ya un anciano que vive en una cabaña. A esta se acerca Kundry, que le ofrece mansamente servirle, convertida en cordero. Llega un caballero vestido con una armadura negra. Es Parsifal, a quien una maldición de la hechicera ha hecho vagar por el mundo sin encontrar el camino de vuelta. Aún tiene la lanza.
            Gurnemanz le cuenta que Anfortas ha hecho que su padre muera al no querer enseñar el Grial, y que la orden está al borde de la desaparición. Este y Kundry bañan y ungen al joven, que está decidido a ser el sucesor de Anfortas. Parsifal bautiza a Kundry y se despliega toda la belleza del Viernes Santo.

Cuadro II

            Una cohorte de caballeros porta el ataúd de Titurel, mientras otros llevan a Anfortas en una camilla. Al rogarle a este que enseñe el Grial ante el cuerpo de su padre, Anfortas les ruega que pongan fin a su vida, ya que está muriéndose.
            Aparece Parsifal, que toca con la lanza la herida de Anfortas, sanando inmediatamente. El héroe se proclama rey de los caballeros y enseña a todos el refulgente Grial. Mientras está bendiciendo  a los guardianes, una paloma desciende del cielo y se posa sobre su cabeza, y Kundry muere a su lado.


Escrito por José Belmonte
Desde España
Fecha de publicación: Abril de 2011.
Artículo que vió la luz en la revista nº 0019 de Sinfonía Virtual

 
 

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