FUNCIÓN RÍTMICO-MELÓDICA DEL GUITARRÓ EN EL ACOMPAÑAMIENTO DEL CANT D'ESTIL
Victoria Lorente Sousa
A la memoria de mi padre
el guitarroner
José Lorente Fernández
(1936-2001)
Definición y características
El guitarró es un instrumento cordófono punteado en forma de guitarra, de dimensiones menores que ésta, aunque mayores que las del requinto y el cavaquiño. Proviene de una serie de guitarras pequeñas que fueron muy populares en el Barroco.
En el presente trabajo se conserva el término valenciano guitarró a fin de evitar confundirlo con otros instrumentos ajenos al folklore valenciano, como el guitarrón mejicano, de nomenclatura similar, pero de características completamente diferentes, ya que en valenciano la terminación –ó es una forma de indicar diminutivo y es, por tanto antagónica al sufijo aumentativo castellano –ón.
Por su morfología se distinguen dos tipos de guitarró denominados mascle (macho) y femella (hembra), en referencia a la extensión de sus respectivos mástiles: en el mascle su longitud abarca 16-17 trastes, mientras que en la femella presenta 9 trastes.
Apunte histórico sobre su origen
En el siglo XVII convivían dos tipos de instrumentos cordófonos punteados derivados de la guitarra latina y de características similares: la vihuela y la guitarra. A la primera se la consideraba aristocrática y apta para la ejecución de punteados y melodías polifónicas, mientras que la segunda era tildada de plebeya y su uso se restringía al acompañamiento rítmico-armónico del canto popular. Es muy probable que es guitarró mascle derive de la vihuela, mientras que la femella sería el instrumento más agudo (soprano) de la extinta familia de guitarras antiguas usada por el pueblo llano.
Afinación de guitarró
El guitarró consta de cinco cuerdas, la 4ª y la 5ª afinadas una octava más aguda de lo que les correspondería, según el patrón habitual descendente.
Según transmisión oral directa recibida de D. José Lorente Fernández, tocador de guitarró, la afinación correspondiente es (comenzando por la prima):
Mascle: fa4 - do4 - la b3 - mi b 4 - si b3
Femella: la 4 - mi4 - do4 - sol4 - re4
Sin embargo, el timbre de ambos instrumentos es tan parecido que, a efectos prácticos, puede utilizarse indistintamente uno u otro según el criterio del instrumentista. En realidad, el tocador escoge el instrumento en función de la tonalidad en que interpreta, pues sus distintas afinaciones permiten fórmulas de floreo improvisado más o menos ricas según qué tonalidad. De todos modos, dado que la femella está afinada una tercera mayor más aguda que el mascle, es habitual que el intérprete utilice únicamente un mascle, haciendo uso de una cejilla en el cuarto traste cuando considera que convendría emplear la femella.
Patrones armónicos de acompañamiento
Los acordes que corresponden al guitarró en el acompañamiento de los diferentes estilos de valencianas son:
U (mascle) : Si 7 – mi m – Do – Si 7 – Sol – Do – Re7 – Sol – Do – Si7
U i dos (mascle) : Mi – Si7
U i dotze (mascle) : Si – Fa#7
Riberencas (femella): Mi(7)-la m-Fa -Mi(7)- Sol -Do -Fa -Do-Sol- Do- Fa-Mi(7)
Recuérdese que el guitarró, por su afinación característica, es un instrumento transpositor, por lo que el sonido real del acompañamiento está una segunda menor más aguda en el caso del mascle y una cuarta justa más aguda en el de la femella.
Es el guitarró el instrumento que, a modo de auténtico concertino de la rondalla, va coordinando y marcando los cambios armónicos (ritmo armónico) mediante células rítmico-melódicas características.
Tradicionalmente los diferentes estilos de valencianas se asociaban unívocamente a los correspondientes patrones armónicos. No obstante, con ocasión de unas grabaciones realizadas por los hermanos Marzal en 1958 hacia el final de su carrera de cantadores, el maestro D. Feliciano Sousa Rodríguez arregló una transposición de segunda mayor descendente tanto de la música de cuerda como de la de viento con el fin de que dichos cantadores pudieran dar muestra de su arte a pesar del declive de sus capacidades vocales. Dicho arreglo, denominado desde entonces punt baix, se convirtió pronto en recurso aceptado por la tradición y utilizado habitualmente en el transcurso de las cantaes, que se inician hacia la media noche y suelen prolongarse hasta el alba.
Fórmulas rítmicas de acompañamiento
El rasgueado característicos de los instrumentos que componen la rondalla deriva en origen de toques de castañuela. Su ritmo es:
El rasgueo del guitarró tiene personalidad propia dentro de la rondalla. El intérprete realiza un veloz movimiento ininterrumpido ascendente del pulgar de la mano derecha y descendente del resto de dedos coordinados con un movimiento de giro de la muñeca producido mediante pronación y supinación del antebrazo en rápida alternancia. Este rasgueo sólo se interrumpe cuando, para indicar un inminente cambio armónico, el intérprete adopta un ritmo de
Función melódica
El cant d’estil o canto al aire consiste fundamentalmente en una improvisación vocal de carácter melismático-modal sustentada por pilares armónicos a cargo del acompañamiento. Representa así el cant d’estil la sorprendente contemporización de, por una parte, elementos modales, improvisados y virtuosísticos de claro origen oriental en su dimensión vocal y, por otra, de un acompañamiento mensurable y tonal asentado en la tradición occidental. Puede considerarse por tanto como punto de encuentro en el que conviven musicalmente Oriente y Occidente.
Aun cuando forma parte de la rondalla (música de cuerda), cuya función global de acompañamiento es principalmente rítmico-armónica, el guitarró es el único instrumento que posee además una dimensión melódica propia. Ésta se realiza a modo de canto dentro del canto mediante floreos y giros melismáticos improvisados denominados genéricamente cant fi (canto fino). Como quiera que la tradición del cant fi se ha ido transmitiendo de forma oral, hasta el presente trabajo no tenemos constancia escrita de los floreos que conciernen a cada estilo. Los tocadors de guitarró, verdaderos “divos” dentro de la rondalla, puesto que de su ornamentación depende el resto de instrumentistas en cada cambio de acorde, se han afanado en no desvelar sus “secretos” personales, que iban pasando de una generación a otra mediante la observación.
El guitarró puede desempeñar un papel melódico protagonista en breves introducciones que preceden a la entrada de la música de vent (cuando la hay) y del solista vocal. Estas introducciones pueden estar presentes en los estilos del U y del U i dos (también denominado valenciana de l’horta); ni en el U i dotze ni en la Riberenca existe introducción previa de la música de cuerda (rondalla). La línea melódica solista es ejecutada en el guitarró sobre la primera cuerda - generalmente con el dedo meñique de la mano izquierda, aunque a veces también con el dedo índice - mientras el resto de la mano izquierda en combinación con el rasgueo de la derecha realiza el acompañamiento rítmico-armónico.
A continuación se presentan los modelos melódicos de introducción observados en el estilo interpretativo de D. José Lorente Fernández, heredero de la tradición de guitarroners:
Introducció a l’U:
Notación para el guitarró mascle:
(El último tiempo y medio coincide con la anacrusa de la música de viento)
Sonidos reales
Introducció a l’U i dos:
Notación para el guitarró mascle:
(El último tiempo y medio coincide con la anacrusa de la música de viento)
Sonidos reales
En el cant d’estil el texto valenciano en verso, generalmente improvisado por el versador para la ocasión, consta de cuatro o cinco versos octosílabos de rima consonante. En origen los textos del U i dos y del U i dotze tenían tan sólo tres. De ahí deriva la denominación de terç (tercio), que alude a la frase musical correspondiente a cada uno de los versos, acepción que se ha mantenido con las estructuras de cuatro y cinco versos.
El paso de un terç a otro es marcado por el guitarró, que adopta en el compás anterior al nuevo acorde cambios:
- rítmicos: el interprete de guitarró abandona el rasgueado continuo en el compás anterior al cambio de terç y adopta, por ejemplo, un ritmo de tresillos o bien de corcheas
- melódicos: el tocador modifica de forma característica el floreo melódico sobre la prima en el compás anterior al cambio de terç. Ejemplo:
Diseño melódico del guitarró en el cambio del 2º al 3er terç del U:
Notación para guitarró mascle
Sonido real
Una vez el cantador termina un verso, la mayor o menor extensión de los floreos que realiza el tocador de guitarró hasta que decide marcar el cambio de terç depende de varios factores:
- del tiempo que necesita el versador para improvisar y transmitir al cantador o cantadora el texto del siguiente verso
- del lapso que precisa el cantador para improvisar el verso siguiente cuando no hay versador;
- del propio afán protagonista del intérprete, que prefiere en ocasiones tener en vilo al resto de la rondalla disfrutando con el protagonismo de sus floreos y sacando provecho de ser él el que marca el cambio al siguiente terç.
INTÉRPRETES
Nos queda constancia en grabaciones antiguas de numerosos buenos guitarroners, entre los que cabe citar a Tío Pepico, Tío Cebero, Tío Manolo, Tío Jordi, Tío Julio, Manolo el Sardino, l’Agüelo Poca –sal, el Bombero y Seguí. De entre los más recientes destacan José Lorente, Miguel Pla, Quique Andrés, Tèrio i Segarreta.
BIBLIOGRAFÍA
AA.VV.:Fonoteca de Material vol. XXV i XXVI, Antología del Cant Valencia d’Estil (1915-1996), Conselleria de Cultura, Educació i Ciencia. Direcció General de Promoció Cultural, Museus i Belles Arts, Valencia, 1997.
Pitarch i Alonso, Carles: El cant valencià d’estil. Apunts per a un estudi conceptual i històric, Conselleria de Cultura, Educació i Ciencia. Direcció General de Promoció Cultural, Museus i Belles Arts, Valencia, 1997.
Reig i Bravo, Jordi: Anàlisi musicològica del cant d’estil, Conselleria de Cultura, Educació i Ciencia. Direcció General de Promoció Cultural, Museus i Belles Arts, Valencia, 1997.
Escrito por Victoria Lorente Sousa
Desde España
Fecha de publicación: Octubre de 2010.
Artículo que vió la luz en la revista nº 0017 de Sinfonía Virtual